Casi dos días después de que los operarios municipales localizaran una tubería de doce metros de longitud dentro de una arqueta del torrente de sa Llavanera, entre los especialistas de la Agencia Balear del Agua (Abaqua) y el Ayuntamiento de Ibiza, el desconcierto es absoluto.
Según han explicado fuentes de Abaqua a La Voz de Ibiza, nadie logra entender cómo una conducción de ese tamaño pudo aparecer en ese punto, ni existe hasta ahora una hipótesis mínimamente sólida.
“Es imposible que haya llegado ahí”, admiten los especialistas que revisaron el tubo, hallado dentro de una arqueta bajo la avenida de Sant Joan, donde bloqueaba el paso del torrente de sa Llavanera.
Un tubo encajado de extremo a extremo
De acuerdo con el relato técnico, la conducción estaba encajada a lo largo de toda la estructura, sin conexión visible con ninguna red hidráulica ni signos de instalación reciente. El tubo, de unos 700 milímetros de diámetro y fabricado en polietileno, fue retirado para restablecer el drenaje, pero su origen sigue siendo un enigma.
Durante los trabajos de limpieza tras las recientes riadas, los operarios comprobaron que la pieza tapaba por completo la sección libre del torrente, lo que habría dificultado la evacuación del agua durante la tormenta.
“No tiene sentido”
La concejala de Vías Públicas y Obras, Blanca Hernández, ya reconoció el martes que el hallazgo les causó sorpresa:
“Cuando hemos podido entrar en la arqueta, además de fango y cañas, hemos encontrado un tubo enorme que atravesaba toda la estructura”, explicó. “Nos preocupó ver que estaba tapando la sección libre por la que debería desaguar el torrente. No sabemos qué instalación es ni cómo ha llegado ahí.”
Por su parte, el concejal de Medio Ambiente, Jordi Grivé, insistió en la inexplicabilidad técnica del caso:
“No sabemos cómo ha llegado dentro de una arqueta, ni siquiera cabe por los accesos. Tiene 12 metros de longitud y 700 milímetros de diámetro. Es surrealista.”
Ninguna hipótesis encaja
Fuentes municipales consultadas por La Voz de Ibiza confirman que no se ha avanzado en ninguna línea de trabajo. Hasta el momento no se ha identificado ningún proyecto antiguo ni registro de obras que justifique la presencia del tubo, y tampoco hay indicios de que fuera arrastrado por el agua, como se llegó a especular en un primer momento.
Desde Abaqua y el Consistorio coinciden en que no existe una explicación técnica plausible. La pieza no figura en ningún plano ni se corresponde con ninguna instalación conocida en el sistema de drenaje de la ciudad.