Sí, lo confieso, yo he sido una de esas personas que ha tenido que ir a un notario a realizar un trámite y me quedé mirando pensando «entra y lee un escrito preparado por la asistente, verifica que somos quienes somos, que es lo que es, firma y a cobrar… ¡que vida la del notario!». Por esto, creo necesario adentrarnos en este mundo para saber cuánto cuesta en tiempo y en esfuerzo de cualquier tipo el convertirse en notario, y realmente para qué sirven.
Para esto qué mejor que hablar con alguien que acaba de pasar por el proceso de convertirse en notario. Me encuentro con Ana López Rodríguez, una Granadina de 31 años que hace poco más de un mes llegó a la isla para quedarse y empezar a ejercer la profesión, en una de las islas de las Baleares con la que soñaba vivir. Dicen que la isla te abraza o rechaza, y visto que ha conseguido vivienda muy rápido es evidente que ha empezado con muy bien pie.
-¿Qué te motivó a estudiar para ser notario y cuánto ha habido de vocación y cuánto de ser una buena salida laboral?
-Yo desde que empecé mis estudios universitarios tuve claro que mi objetivo profesional era convertirme en notario. Si bien, aunque hice el grado de Administración y Dirección de Empresas además del grado en Derecho, mi vocación por la profesión de notario nunca se desvirtuó.
-¿Pero ha habido miembros de tu familia en Derecho o notaría?
-No, no, soy la única en mi familia. Es por pura vocación [risas].
¿Cómo describirías el proceso de oposición?
-Es muy largo y exigente, requiere una dedicación exclusiva y un esfuerzo sostenido en el tiempo, en mi caso fueron 6 años (carrera de Derecho aparte). Es un proceso de convocatorias, por ahora, bianuales y luego el examen en sí, que desde el primer ejercicio hasta el cuarto y último, dura aproximadamente 10 meses. Es un proceso intenso pero a la vez muy gratificante cuando vas dominando las instituciones jurídicas y tus preparadores te reconocen en tu esfuerzo y dedicación. Tenemos preparadores que nos acompañan durante todo el proceso y yo he tenido la suerte de contar con María Isabel Viruel, notario de Ugíjar en Granada, a quien le estoy muy agradecida.
-¿Y qué asignaturas estudian?
-Nos enfocamos en el Derecho Privado – mi preferido -, Derecho Civil, Derecho Mercantil, Hipotecario, Internacional privado,…
-¿Qué fue lo más duro y lo más gratificante?
-Sin duda lo más duro fue afrontar la adversidad de suspender en la última convocatoria, me quedé a las puertas, pero fallé en el último examen.
-Y en tiempo, ¿cuál ha sido el coste de ese traspié?
-La espera a la próxima convocatoria más la duración de todo el proceso de exámenes, unos 10 meses.
-Espera, ¿qué tienes que volver a repetir todo otra vez en vez de ese examen que has fallado una asignatura?
-Sí. Pero luego cuando aprobé el nivel de satisfacción fue mayor si cabe.
-Me estoy intentando imaginar el caudal de información que requiere tu profesión y me agobio, debiste de usar la memoria al extremo…
-Uy sí, los artículos del Código Civil, los de Código de Comercio, leyes mercantiles, leyes hipotecarias… Al final es todo constancia y disciplina, si no tienes el rigor de la institución jurídica, no sabrás resolver el problema. De hecho, los primeros dos ejercicios son orales, de memoria pura, y el tercero consiste en un dictamen escrito en el que hay que resolver problemas jurídicos reales, que te puedes encontrar en el ejercicio de la profesión.
-Bueno, por lo menos no cambia mucho, digo, que las leyes no son precisamente algo que se esté actualizando a menudo, ¿o sí?
-Bueno, últimamente hay más reformas, más requisitos, más obligaciones… por lo que siempre hay que mantenerse actualizado.
Por otro lado, el notariado también se va actualizando en servicios gracias a las nuevas tecnologías como por ejemplo, la posibilidad de realizar escrituras por videoconferencia, de forma segura a través del portal ciudadano, reservado para determinados actos como por ejemplo en materia societaria. Es una forma de acercar la notaría al ciudadano de una forma más cómoda, siempre poniendo mucho énfasis en la seguridad.
-¿Qué hábitos de estudio te funcionaron mejor durante la preparación?
-Yo estudiaba 6 días por semana, en época de exámenes estudiaba 7 días a la semana, sobre 13-14 horas diarias. Hay que saber de entrada en qué te estás metiendo porque la exigencia es máxima. Es clave cumplir marcados horarios de estudios de forma rigurosa, sin fallar. Esto es constancia, disciplina, y el objetivo final como meta.
-¿Tuviste algún momento en el que pensaste en abandonar? ¿Qué te ayudó a seguir?
-Nunca he tenido firmemente el pensamiento de abandonar porque mi sueño de convertirme en notario fue siempre más fuerte que cualquier intento de abandono. Pero creo que es un pensamiento habitual en el opositor, sobre todo, cuando afrontas algún contratiempo, un suspenso… En mi caso, la ilusión de conseguir mi objetivo me ha llevado a persistir en conseguir mi sueño.

-¿Cuánto tiempo y dinero cuesta convertirse en notario?
-El coste del estudio es el coste de la carrera universitaria, en mi caso, Derecho y Administración y Dirección de empresas por un lado. Luego en los años de oposición básicamente es el coste de poder mantenerte durante años sin saber si vas a conseguir la plaza al final. No es barato el proceso porque son muchos años. En mi caso, en total 11 años de estudio, 5 de carrera y 6 de oposición.
-¿Cuántos notarios hay en España?
-Aproximadamente 2.800.
-¿Sólo? ¿Para toda España? Hubiese jurado que más para atender a decenas de millones…
-Sí y en Ibiza hay 9 y en Formentera 1.
-¿Y cuántos aspirantes se apuntaron a tu misma convocatoria?
-Unos 800 más o menos, y aprobamos 92 personas.
-Y en lo de rango de sueldos, ¿cuál es la horquilla?
-No te puedo decir porque nosotros somos funcionarios públicos pero a la vez profesionales del Derecho. Esto último implica que nosotros gestionamos una oficina, o sea, arrendamos el local y contratamos a los trabajadores, montamos el despacho entero y corremos con todos los gastos. Pero los honorarios notariales están determinados por arancel fijado por el estado.
-¿O sea que todos los notarios son funcionarios públicos?
-El notario es funcionario público toda vez que su acceso a la carrera notarial se realiza por un procedimiento de oposición libre y está autorizado por el Estado para dar fe, pero, a la vez, es un profesional del derecho, en los términos explicados. A diferencia de la mayoría de los funcionarios públicos que reciben su retribución del Estado, los notarios no cobramos cantidad alguna de este si no que nuestros ingresos provienen de los aranceles que los clientes abonan cuando requieren nuestros servicios.
¿Cómo ves el papel del notariado en la sociedad actual?
-El notario tiene tanto la responsabilidad como el privilegio de desempeñar un papel muy importante en la sociedad, acompañando a personas en momentos muy significativos de sus vidas. Me encantaría que no se viera al notario como un trámite más, si no como alguien que está ahí para ayudarte y aconsejarte en la legalidad de los actos jurídicos que autoriza. En otras palabras, el notario tiene un compromiso con la sociedad y es tanto el deber como la gran recompensa de esta profesión.
-¿Crees que la labor del notario está bien entendida por la ciudadanía?
-No, por eso te digo, la labor notarial va más allá de un “mero trámite”, es una ayuda al ciudadano donde se verifica que el acto es acorde a Derecho y se ajusta a la legalidad.
–Está como mal vendido o mal explicado.
-Siento que sí.
-¿Y cuál es la diferencia entre la Asesoría y la Notaría?
-La notaría da fe de los actos jurídicos y el asesor te aconseja, te acompaña, antes y después de esa firma.
-Pienso que es como que el notario al dar fe, lo hace realidad. Es realmente quien convierte un deseo en realidad, porque sin esa rúbrica, legalmente, esa casa que has comprado o ese matrimonio que has celebrado no acaba de ser a los ojos de la ley…
-Sí [sonríe], podría decirse así. Y es muy bonito estar presente y ser parte de esos momentos tan importantes, como la compra de una primera vivienda o un matrimonio, en definitiva, momentos destacados en la vida de las personas que vienen a la notaría.
-¿Has sentido presión al asumir la responsabilidad de dar fe pública por primera vez?
-Sí [suspira con alivio que ya pasó], los compañeros lo hablamos… Es un momento de nervios, de mucha responsabilidad al fin y al cabo.
-¿Se verifica la información, las identidades de las personas y elementos intervinientes?
-Sí, la identidad siempre se verifica. Respecto a los trámites post-firma dependen del negocio jurídico, cada negocio requiere determinados trámites y estos conllevan tiempo.
-¿Por qué hay que apostillar los documentos entre estados?
-Básicamente es para dar validez a documentos internacionales. Si tu me traes un documento de Argentina yo no sé si es auténtico a menos que tenga la oportuna apostilla o legalización.
-¿Tus amigos ahora te mandan fotos de contratos preguntándote: ‘¿Esto es legal, no?´
-¡Desde que estaba estudiando la oposición! [risas].
-¿Crees que la I.A. algún día suplantará al humano también en lo tuyo?
-No me imagino a la I.A. dando fe [risas]… pero ¿quién sabe lo que va a pasar con eso? Creo que nadie.
-¿Qué consejo le darías a alguien que está considerando preparar esta carrera?
-Constancia y disciplina. Es eso. De entrada hay que saber que la oposición implica una renuncia social muy importante, la exigencia es muy intensa, y nadie te asegura que lo consigas. En el proceso es muy importante el apoyo de familiares y amigos y es fundamental mantener en el tiempo la exigencia y motivación para sortear los momentos complicados que pudieran llegar.