La Guardia Civil mantiene un dispositivo de búsqueda del patrón encapuchado que embistió a una de sus patrulleras, trató de agredir a los guardias que le querían detener y acabó lanzándoles un bidón con gasolina.
Según ha relatado a la Cadena Cope el representante de la asociación Jucil, Tomás Quesada, el patrón roció con gasolina a los agentes, lo que motivó que los agentes que habían abarloado la patrullera se apartaran de la patera por motivos de seguridad, tanto de ellos como de los tripulantes que aún no habían sido desembarcados.
De hecho, el suceso se produjo en el momento en el que el patrón se vio obligado a repostar antes de llegar a las costas de Formentera.
Gracias a este movimiento, logró huir y desde entonces permanece oculto. Por este motivo, la Guardia Civil ha montado evidentes dispositivos de control en el puerto de la Savina para reforzar las tareas de inspección del pasaje y en el resto de la isla.
Según Diario de Ibiza, la Guardia Civil tiene claro que el patrón se encuentra escondido en Formentera a la espera de que se relaje el dispositivo de seguridad. En ese momento, trataría de desplazarse hasta Ibiza y desde ahí desaparecer embarcando hacia la Península.
‘Modus operandi’
El delegado del Gobierno en Baleares, Alfonso Rodríguez Badal, deslizó en IB3 Ràdio que no habrían sido dos las embarcaciones que rompen el patrón de lo que se conoce como una patera sino tres las embarcaciones que responden a las características de una patera lanzadera.
«Embarcaciones más grandes y más potentes», ha dicho Rodríguez Badal.
Una pastera taxi envesteix una llanxa de la Guàrdia Civil a Formentera.
🗣️ «Han arribat tres barques diferents, més grans i més ràpides» ha confirmat el delegat del Govern a IB3 Ràdio.
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— IB3 Notícies (@IB3noticies) October 22, 2024
Por este motivo, la Guardia Civil está investigando si el patrón de esa tercera embarcación también ha de ser detenido por tráfico de personas, al igual que el detenido en la segunda patera lanzadera interceptada y que también huyó del control de la Guardia Civil.
Que tres de las últimas pateras llegadas a las costas de Formentera, a la que hay que sumar la que llegó hace menos de 15 días a la zona de es Caló, respondan a las características de una patera lanzadera sería señal inequívoca de un cambio de patrón en la forma de actuar de las mafias de la trata de seres humanos.
La nacionalidad de los inmigrantes, con presencia de asiáticos, la llegada de un pesquero con 100 inmigrantes a bordo también y una patera autogestionada que apareció, con el luctuoso saldo de 11 desaparecidos, entre Cerdeña y Menorca cuando quería arribar a Formentera contribuyen a romper los esquemas.
Activo valioso
Tomás Quesada tiene claro que la reacción de los dos patrones interceptados en alta mar se debe a que las embarcaciones más potentes y con mayor capacidad son de gran valor para la organización, ya que pueden ser utilizadas en distintos trayectos. «Son más rentables y las tratan de conservar», ha explicado.