Después de la cancelación del lunes pasado, se ha celebrado esta mañana el pleno extraordinario del Consell de Formentera convocado por el presidente insular Llorenç Córdoba que-tal como se esperaba- estuvo marcado por la crisis institucional que atraviesa la isla.
Así, con el único voto positivo de Córdoba y 13 abstenciones, se ha aprobado una modificación presupuestaria de 4,1 millones de euros, necesarios para garantizar el pago de la nómina y la paga extra de diciembre a los funcionarios de la institución.
El grupo socialista y de GxF han expuesto que el Consell se encamina al «colapso económico porque gasta más de lo que tiene”. En tal sentido, expusieron que “incumple la estabilidad presupuestaria y se verá sometido a un plan de ajuste».
Además, Rafael González (GxF) ha criticado a la coalición sa Unió que dijera que la caja del Consell estaba vacía y afirmó que había “10 millones de euros de remanente”. “El Consell va rumbo a una colisión», dijo.
Rafael Ramírez (PSOE) se ha referido a los «gasto desbocado» en los capítulos del presupuesto que, según dijo, sa Unió se había comprometido a reducir.
Del otro lado, le ha respondido José Alcaraz (sa Unió) que metió la crisis política en el centro al responsabilizar de esta situación tanto al PSOE como a GxF al no querer negociar una moción de censura. “Son los máximos responsables de lo que está pasando desde hace 10 meses porque no quieren hacer nada”, ha apuntado.
Esto generó una respuesta de Córdoba, quien ha plantado que los consellers de sa Unió “cesaron en su cargo hace seis meses y lo que deberían hacer es ponerse a trabajar para que haya Junta de Gobierno. Si no les gusta está solución dejar sus actas y que entren otros consellers”.
A los gritos, Alcaraz ha calificado a Córdoba de “dictador” al no permitir responderle.