El pleito surrealista del caso de los millonarios británicos Anthony y Cassandra Nartey, acusados de okupar su propia villa de lujo en Ibiza, ha entrado en un nuevo capítulo. La Voz de Ibiza ha tenido acceso a una serie de pruebas que forman parte de la acusación presentada por Aaron Fernández, el inversor en Airbnb y denunciante en este caso, y que respaldan su denuncia contra los Nartey.
Estos documentos incluyen mensajes de WhatsApp que muestran cómo los Nartey estaban al tanto del uso turístico de la villa y, de hecho, de alguna manera colaboraban activamente en su gestión.
Según la evidencia aportada por el denunciante, la historia contrasta notablemente con las declaraciones públicas de Anthony a la prensa británica y a La Voz de Ibiza, donde había afirmado ser víctima de una ocupación ilegal. Públicamente, ese fue su argumento central para defenderse ante las acusaciones formales que recae sobre ellos, como son las de usurpación, coacciones y amenazas.
Las pruebas
Sin embargo, uno de los puntos más llamativos es que entre las pruebas presentadas, se destaca un mensaje de Anthony Nartey a Aaron Fernández, fechado el 29 de enero de 2024, donde solicita la disponibilidad de la villa para un cliente del 28 de junio al 5 de julio de 2025, ofreciendo 7.000 euros por la reserva.
En el mismo mensaje, también preguntó por la disponibilidad de la villa del 3 al 6 de mayo para un amigo, evidenciando su implicación directa en la gestión del alquiler.
Gestión de reservas y nuevas solicitudes
Inclusive, el 11 de febrero de 2024, Anthony solicitó a Aaron las fechas ya reservadas en la villa, indicando que estaba bajo presión para confirmar ciertas reservas.
Aaron respondió rápidamente, enviando capturas de pantalla del calendario con las fechas disponibles y ocupadas, en tanto que Anthony revisó las fechas y confirmó que las fechas en verde estaban disponibles, evidenciando que la gestión conjunta de las reservas continuaba.
Un negocio claro desde el primer día
El 7 de septiembre de 2023, Aaron Fernández contactó a Anthony Nartey, presentándose de manera clara y transparente como un inversor en alquileres turísticos, interesado en alquilar la villa de lujo en Ibiza para su empresa ViralRural.
Desde el inicio, Aaron fue explícito sobre el propósito de su empresa: gestionar alquileres turísticos, encargándose del mantenimiento, seguros y pagos de la propiedad. Esta presentación captó el interés de Anthony, quien rápidamente solicitó más detalles sobre la empresa.
Después de revisar los perfiles de Airbnb e Instagram de ViralRural, Anthony comentó el 12 de septiembre que encontraba «muy interesante» el trabajo de Aaron. La comunicación entre ambos fluyó de manera positiva, y pronto se acordó una visita a la villa, programada para el 19 de septiembre, la cual se desarrolló sin inconvenientes.
Cabe recordar que el propio Fernández recordó y explicó a La Voz de Ibiza que «aunque Anthony sabía que la casa se usaría para alquiler vacacional, insistió en un contrato estándar debido a la falta de licencia turística que igualmente él tenía tramitada, aunque no adjudicada».
Las negociaciones y algunos contratiempos
Durante el mes de octubre de 2023, las conversaciones avanzaron, aunque comenzaron a surgir pequeñas tensiones. Aaron mencionó que algunos cambios en las días en los que Anthony pretendía hacer uso de la villa el 27 de julio le podrían costar pérdidas de aproximadamente 20.000 euros, debido a cancelaciones o cambios en las reservas.
Para resolver la situación, Aaron propuso ajustar las tarifas de alquiler para el primer año a 8.000 euros, garantizando también que obtendría las licencias necesarias para continuar el negocio en 2025. Estas propuestas parecieron satisfacer a ambas partes.
Ya en noviembre de 2023, Anthony respondió a las modificaciones propuestas en el contrato, mostrando flexibilidad pero aclarando que no había duplicado el tiempo de uso de la villa. Se mostró dispuesto a reducir su tiempo de estancia a tres semanas en mayo-junio, con la posibilidad de agregar tiempo en septiembre si la villa estaba disponible. Las negociaciones continuaron en esta línea, con ambas partes buscando llegar a un acuerdo que fuera mutuamente beneficioso.
El 15 de diciembre de 2023, Aaron envió a Anthony una versión del contrato con dos cláusulas destacadas en rojo. Estas cláusulas permitían a Anthony disfrutar de la villa en ciertos momentos y realizar mejoras en la propiedad.
Finalmente, Anthony mencionó que su esposa no estaba completamente satisfecha con algunas fechas, por lo que ajustaron el calendario para comenzar en mayo y reservar tres semanas en junio. Aaron confirmó al día siguiente que todo estaba en orden para avanzar.
Un proceso judicial en desarrollo
De esta manera, las pruebas presentadas por Aaron Fernández contradicen las declaraciones públicas de Anthony Nartey, quien había afirmado ser una víctima de ocupación ilegal.
Los mensajes de WhatsApp aportados como evidencia sugieren que los Nartey estaban plenamente conscientes del uso turístico de su propiedad e incluso colaboraron activamente en su gestión.
Este material podría tener un impacto considerable en el proceso judicial, debilitando la defensa de los millonarios británicos aunque resta que sean evaluadas en el contexto legal y se determinen las implicaciones que tendrán para la resolución del conflicto.
