Los patos del parque de la Paz se han vuelto una constante en la vida cotidiana de Vila. Su presencia en el estanque y los paseos de las familias que se acercan a alimentarlos forman parte del paisaje urbano. Sin embargo, esta costumbre, aparentemente inofensiva, está generando problemas de salud pública y desequilibrios ambientales en la zona.
El área de Bienestar Animal del Ayuntamiento ha pedido a los ciudadanos que dejen de alimentar a estos animales, ya que los restos de pan que no son consumidos se acumulan en el estanque y en los alrededores, favoreciendo la aparición de cucarachas, ratas y palomas. Además, el panificado no es un alimento adecuado para estas aves, ya que no les aporta los nutrientes necesarios y puede provocarles enfermedades y malformaciones.
Control y equilibrio en la población
La población de patos en el parque se encuentra bajo supervisión veterinaria municipal. A principios de año había unos 40 ejemplares, pero la cifra se ha reducido a 15 para mantener un equilibrio que garantice las condiciones higiénicas del estanque y del entorno. Una sobrepoblación no solo deteriora el ecosistema, sino que también pone en riesgo la salud y seguridad de los propios animales, que pueden sufrir estrés o verse expuestos a ataques de otros, como los perros que pasean por la zona.
El abandono de animales, una práctica prohibida
El Ayuntamiento ha recordado que no fue la administración la que introdujo los patos en el parque, sino que muchos de ellos proceden de abandono ciudadano. En el estanque también se han encontrado tortugas galápago, una especie invasora, y peces domésticos liberados por sus antiguos dueños. Todos estos animales son trasladados al Centro de Recuperación de Fauna (COFIB), que se encarga de su manejo y cuidado. En el caso de las tortugas, su presencia supone un riesgo para la fauna autóctona y un posible impacto negativo si se expandieran a otros ecosistemas naturales cercanos, como ses Feixes.
Limpieza
En los próximos días, el Ayuntamiento llevará a cabo la limpieza anual del estanque, durante la cual suelen encontrarse nuevos animales abandonados. Las autoridades recuerdan que el parque de la Paz no es un espacio para dejar mascotas ni para liberar animales, y que alimentar a los patos, aunque parezca un gesto amable, perjudica tanto a las aves como al entorno.












