El puerto de Ibiza avanza en la electrificación de los muelles del dique de Botafoc con un proyecto que permitirá a dos ferris conectarse simultáneamente a la red eléctrica, posiblemente en el 2026. Aunque las obras sobre el terreno no comenzarán hasta octubre, el contrato ya está en ejecución y la fase actual —invisible para el ciudadano— consiste en la fabricación de los equipos especializados que se instalarán en los pantalanes del dique de Botafoc.
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«No hay maquinaria aún en el puerto porque estamos en una etapa industrial previa. Se están fabricando las grúas móviles, las mangueras y los transformadores a medida para Ibiza, que no son estándar», explica Víctor Darder, jefe de Infraestructura de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), a La Voz de Ibiza.
“Suministrar electricidad a un buque requiere de un trabajo de gran complejidad, y los trabajos de fabricación ya están en marcha fuera del puerto. Pero el contrato está en vigor, el proyecto ha arrancado”, enfatiza.
Una vez acabada la temporada, aproximadamente en octubre, está previsto que comiencen obras en el puerto.
La instalación de las dos subestaciones que proveerán energía eléctrica en los muelles, mediante un sistema llamado OPS, tiene un presupuesto de ejecución de 4.689.400 de euros.
Un modelo complejo que reduce emisiones y ruido
Electrificar un muelle no consiste en poner un enchufe gigante. Los buques tienen su toma de corriente a varios metros de altura y dentro del casco, por lo que se necesitan grúas móviles que manipulen mangueras pesadas, capaces de transportar potencias de hasta 3.200 kW, equivalentes al consumo de un núcleo urbano de más de 2.000 personas.
Víctor Darder, de APB.
Las novedades del proyecto
Por otra parte, Darder señala que uno de los grandes desafíos de electrificar muelles es que, en rigor, se electrifica un muelle “para un determinado tipo de barco”.
“Cada barco es un proyecto en sí mismo. un barco de un tamaño similar puede requerir una alimentación en baja tensión a 400 voltios y otro la requiere en media tensión a 11 kilovoltios”, ejemplifica.
“El caso de Ibiza es paradigmático, porque los muelles son polifunconales: un día te atraca un fast ferry que requeriría una potencia en baja, luego un ferry que requiere el doble o el triple de esa potencia en media y un crucero que requiere 10 veces más potencia que el ferry, o sea, 20 o 30 veces más que el fast ferry”.
Onshore Power Supply en Ibiza
El sistema OPS (Onshore Power Supply), que se instalará en los dos pantanales del puerto, estará diseñado para barcos de gran porte y escalas prolongadas. Eso implica que los fast ferris no podrán beneficiarse de esta primera fase del proyecto. «Son escalas muy cortas, de apenas 30 minutos. El tiempo que lleva conectar y desconectar no compensa el esfuerzo «, resume Darder.
Por ello, las subestaciones solo proveerán energía en media tensión (11kV), y no en en baja (400V), como también estaba previsto.
A cambio, la infraestructura permitirá un salto cualitativo: dos ferris podrán conectarse a la vez, si se encuentran en diferentes pantanales de Botafoc. «Hemos rediseñado la instalación para dar servicio simultáneo en ambos pantanales, sin importar si uno de los barcos está en posición norte y otro en la sur», añade el responsable de Infraestructura.
Este cambio obliga a sacrificar la capacidad para suministrar energía a fast ferris, algo que estaba previsto inicialmente, pero que —tras analizar los tiempos de escala real— se mostró ineficiente. «Sería tirar el dinero. Si el barco no está el tiempo suficiente, no tiene sentido instalar un sistema que no se va a usar», remacha Darder.