La gripe vuelve a situarse en el centro de la preocupación sanitaria en Europa. En solo una semana, los casos han aumentado un 103%, impulsados principalmente por el incremento de contagios entre niños y adolescentes. La causa principal de este repunte es la circulación del subclado K del virus de la gripe A (H3N2), una variante que se caracteriza por una mayor capacidad de transmisión y por su potencial para esquivar parcialmente la inmunidad previa, aunque sin provocar cuadros más graves.
Los datos más recientes del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) confirman que la temporada gripal 2025-26 se está adelantando y que lo hace de manera más intensa de lo habitual. Entre el 1 y el 7 de diciembre, la tasa de infecciones respiratorias agudas detectadas en Atención Primaria pasó de 641,8 a 840,1 casos por cada 100.000 habitantes, con la gripe claramente en cabeza frente al covid-19 y al Virus Respiratorio Sincitial (VRS).
Un aumento inusual de casos en plena antesala del invierno
El incremento de la gripe es especialmente significativo en el ámbito de la Atención Primaria. Según el ISCIII, los casos detectados han pasado en una semana de 172 a 349,5 contagios por cada 100.000 habitantes, lo que supone un aumento del 103,2%. Este crecimiento se concentra, sobre todo, en población infantil y adolescente, un patrón que refuerza la idea de que la temporada gripal se ha adelantado respecto a otros años.
Los médicos de cabecera ya habían alertado semanas atrás de este repunte. La gripe es, tradicionalmente, el virus respiratorio que más presión ejerce sobre los sistemas sanitarios, debido al aumento de hospitalizaciones y al impacto en la mortalidad entre personas vulnerables. Si se mantiene la actual velocidad de transmisión asociada a la variante K, esta temporada podría situarse entre las más intensas de los últimos años.
Qué es la gripe K y por qué se propaga con mayor facilidad
El subclado K pertenece al virus de la gripe A (H3N2) y se define como una “recombinación viral” con diferencias relevantes respecto a cepas anteriores. La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) ya advirtió hace semanas de su circulación temprana en diciembre, algo poco habitual para esta época del año.
José María Molero, portavoz del Grupo de Trabajo en Enfermedades Infecciosas de la semFYC, explicaba que esta variante lleva circulando desde la primavera en distintos países europeos, lo que hacía inevitable su llegada a España, ya que “los virus no se pueden confinar dentro de un país”. En Europa y Asia, el subclado K representa ya cerca de la mitad de las secuencias analizadas en algunos territorios.
En Japón, donde se confirmó su predominio, la punta epidémica se adelantó y se registró un mayor volumen de ingresos hospitalarios. Aun así, los especialistas subrayan que no se trata de una variante más grave, sino más transmisible.
Un comportamiento atípico de los virus respiratorios
La actual temporada está marcada por una coincidencia poco habitual: el adelanto simultáneo de la gripe, el covid-19 y el VRS. Según los médicos de familia, “la actual temporada de virus respiratorios está mostrando un comportamiento atípico: los datos de vigilancia europeos y la evolución clínica observada en las consultas indican un adelanto de aproximadamente un mes en el inicio de la actividad gripal, junto con un aumento simultáneo de infecciones por VRS y otros virus respiratorios”.
Este escenario ha llevado a los expertos a insistir en la necesidad de reforzar la vigilancia virológica y preparar los servicios sanitarios ante un previsible aumento de casos durante el mes de diciembre.
Por qué la variante K puede infectar incluso a vacunados
Si el subclado K termina dominando la temporada, la situación se complica desde el punto de vista epidemiológico. El virus presenta alteraciones en la proteína hemaglutinina, clave para la unión a las células humanas, lo que le permite “escapar” con mayor facilidad de las defensas del sistema inmunitario.
Esto explica que pueda causar síntomas incluso en personas vacunadas o que hayan pasado la gripe previamente. Sin embargo, los especialistas insisten en que esta mayor capacidad de contagio no implica una mayor gravedad clínica.
Mascarillas, test y presión asistencial
La rápida expansión de la gripe ha llevado a varias comunidades autónomas a recomendar o imponer el uso de mascarillas en centros sanitarios y espacios cerrados. Murcia y Cataluña ya han adoptado esta medida de forma obligatoria en determinados ámbitos.
Según el Observatorio de Tendencias de Cofares, la demanda de mascarillas ha aumentado un 385%, mientras que los test de antígenos han crecido un 150%. Los productos para aliviar los síntomas de gripe y resfriado también han experimentado un incremento del 47%.
La vacunación sigue siendo clave, según los expertos
Pese a la circulación del subclado K, la semFYC recuerda que la vacunación sigue siendo fundamental. Aunque la protección frente a esta variante pueda ser menor, la vacuna continúa siendo eficaz para prevenir infecciones graves causadas por otros virus incluidos en su composición.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha respaldado este mensaje en un comunicado reciente: “Aunque existen algunas diferencias genéticas entre los virus de la gripe en circulación y las cepas incluidas en las vacunas, la vacuna contra la gripe estacional aún puede brindar protección contra virus derivados y otras cepas virales incluidas en la vacuna”.
La OMS subraya además que la vacunación “protege contra la enfermedad grave y sigue siendo una de las medidas de salud pública más eficaces”, aunque reconoce que su eficacia frente a la enfermedad clínica asociada al subclado K sigue siendo “incierta”.
Recomendaciones ante la expansión de la gripe
Los especialistas insisten en mantener la calma y aplicar medidas básicas de prevención: reforzar el sistema inmunitario, evitar contactos innecesarios si hay síntomas, extremar la higiene de manos y permanecer en casa cuando se esté enfermo. La mayoría de las personas se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de acudir al médico.
La vacunación anual sigue siendo la principal herramienta de prevención, especialmente en mayores de 60 años, niños pequeños, embarazadas, pacientes crónicos, personal sanitario y colectivos vulnerables. La vacuna es segura, no contagia la gripe y sus efectos adversos suelen ser leves y transitorios.
