FALLECIMIENTO

¿Qué es la hipertermia maligna, la patología que se ha llevado por delante a un turista de 36 años en Ibiza?

Se trata de un trastorno grave del metabolismo muscular que puede provocar un colapso multisistémico si no se actúa con rapidez. Es muy poco común, pero potencialmente mortal

Infografía sobre la hipertermia maligna
Infografía sobre la hipertermia maligna

La reciente muerte de un turista británico de 36 años en Can Misses ha puesto en el foco un término médico desconocido para la mayoría de la población de Ibiza: hipertermia maligna. Según el certificado de defunción al que ha dice haber tenido acceso Diario de Ibiza, esta fue la causa del fallecimiento del joven, descartando finalmente la hipótesis inicial de intoxicación por drogas.

Pero, ¿qué es exactamente esta dolencia y por qué puede resultar tan fulminante?

Una reacción extrema del cuerpo

La hipertermia maligna es un trastorno genético poco frecuente y potencialmente letal que provoca una respuesta hipermetabólica incontrolada en el músculo esquelético.

Suele desencadenarse tras la exposición a ciertos anestésicos, medicamentos o condiciones físicas extremas. Cuando se activa, el organismo genera calor de forma descontrolada, la temperatura se dispara, y puede sobrevenir un colapso multiorgánico en cuestión de minutos.

¿Qué ocurrió en Ibiza?

Según la versión ofrecida por el hermano de la víctima, ambos estaban de fiesta en una discoteca en Ibiza cuando el fallecido empezó a sentir un calor intenso y sudoración excesiva. Habían estado consumiendo bebidas alcohólicas, pero, según insiste la familia, no tomaron drogas.

La víctima fue asistida inicialmente en el centro de salud de Vila tras ser trasladada en un Uber, y de ahí fue evacuada por el SAMU 061 al Hospital Can Misses. Sufrió una parada cardiorrespiratoria en la ambulancia, fue reanimado parcialmente, pero falleció poco después en urgencias a las 4.55 horas.

¿Pudo influir el entorno en el desenlace?

Las condiciones descritas pudieron actuar como factores agravantes. Según especialistas en medicina de urgencias y anestesiología, aunque la hipertermia maligna tiene un componente genético y puede surgir de forma espontánea, ciertos desencadenantes externos pueden precipitar o agravar el cuadro clínico.

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En este caso:

  • El calor ambiental de la discoteca, la multitud y la falta de ventilación habrían dificultado la termorregulación natural.

  • El consumo de alcohol, aunque no es un desencadenante directo, puede alterar la percepción térmica, favorecer la deshidratación y acelerar la respuesta metabólica del cuerpo.

  • La actividad física (bailar) y el estrés térmico son factores reconocidos como potenciales desencadenantes de hipertermia maligna no anestésica, una variante poco común pero documentada.

Por tanto, el entorno festivo en el que se encontraba el joven, aunque no sea causa directa, pudo amplificar el impacto fisiológico de una reacción metabólica latente, agravando el episodio hasta convertirlo en irreversible.

¿Puede prevenirse?

La hipertermia maligna es prevenible si se conoce la predisposición genética, aunque muchas personas lo ignoran hasta que ocurre un episodio. Existen pruebas clínicas para detectarla (como la prueba de contractura muscular con cafeína-halotano), pero no se incluyen en revisiones médicas rutinarias.

El tratamiento de urgencia pasa por:

  • Administrar dantroleno sódico, que actúa directamente sobre el metabolismo muscular.

  • Reducir de inmediato la temperatura corporal.

  • Aplicar soporte vital avanzado y medidas de estabilización.

No siempre se diagnostica a tiempo

La hipertermia maligna suele detectarse durante o después de una intervención quirúrgica, ya que muchas veces se desencadena por anestésicos volátiles o relajantes musculares. Sin embargo, existen formas atípicas, en las que el desencadenante no es clínico, sino un factor físico o ambiental, lo que dificulta el diagnóstico precoz.

Entre los síntomas más comunes se encuentran:

  • Fiebre muy elevada (por encima de los 40 °C)

  • Ritmo cardíaco acelerado

  • Rigidez muscular

  • Sudoración profusa

  • Hipoxia (falta de oxígeno)

  • Acidosis y colapso circulatorio

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¿Puede tratarse?

Sí, pero solo si se actúa con extrema rapidez. El tratamiento principal es la administración de dantroleno sódico, un medicamento que reduce el metabolismo anormal del músculo.

Además, se requiere una rápida reducción de la temperatura corporal, soporte respiratorio y atención intensiva. El problema es que si no se identifica a tiempo —como podría haber ocurrido en el caso de Ibiza— la situación puede volverse irreversible en cuestión de minutos.

¿Se puede prevenir?

La hipertermia maligna tiene base genética, y quienes la padecen suelen ignorarlo hasta que ocurre una crisis. Existen pruebas específicas (test de contractura muscular, estudios genéticos) para detectarla, pero no forman parte de las revisiones habituales. Por ello, los especialistas recomiendan advertir al anestesista si algún familiar ha sufrido reacciones adversas graves a anestesia o ha fallecido inesperadamente en quirófano.

Un caso excepcional, pero trágico

La muerte del turista británico ha sido un ejemplo extremo de esta enfermedad. Según ha explicado su hermano a Diario de Ibiza, no consumió ninguna droga, solo alcohol, y comenzó a sentirse mal dentro de una discoteca: calor excesivo, sudoración intensa, malestar. Fue trasladado de urgencia desde el centro de salud hasta Can Misses, pero sufrió dos paros cardiorrespiratorios, el segundo de los cuales fue fatal.

Este tipo de casos recuerda la importancia de actuar con urgencia ante síntomas térmicos extremos, especialmente si aparecen de forma repentina y con signos de colapso generalizado.

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