El RCD Mallorca y Dani Rodríguez han acordado este jueves la rescisión del contrato que unía a ambas partes, poniendo punto final a una de las etapas más largas y significativas del vestuario bermellón en los últimos años. Al futbolista aún le restaban seis meses de vinculación con el club, pero ambas partes han optado por cerrar el ciclo de manera anticipada.
Rodríguez, que llegó a la isla en el verano de 2018, se despide tras siete temporadas y media en las que se convirtió en una figura clave dentro y fuera del campo, además de uno de los capitanes del equipo.
Un referente de la etapa moderna del club
Durante su paso por el Mallorca, Dani Rodríguez disputó 282 partidos oficiales entre LaLiga, Segunda División, Copa del Rey y Supercopa de España. A lo largo de ese recorrido firmó 32 goles y 39 asistencias, números que lo sitúan entre los futbolistas más influyentes de la historia reciente del club.
Más allá de las estadísticas, su regularidad, liderazgo y compromiso le permitieron ganarse el reconocimiento de la afición y del propio club, que destacó su huella en una etapa marcada por ascensos, permanencias y consolidación en la élite.
El conflicto que precipitó su salida
El centrocampista llevaba apartado del grupo desde el pasado mes de agosto, tras manifestar públicamente su malestar por una decisión técnica. Rodríguez expresó su decepción después de no disputar minutos en el Santiago Bernabéu, en un partido en el que el entrenador, Iagoba Arrasate, apostó por otro jugador en su lugar.
A través de sus redes sociales, el futbolista dejó entrever su frustración, señalando el impacto que le causó la situación, un mensaje que marcó un antes y un después en su relación con el cuerpo técnico y aceleró su salida del club.
Ver esta publicación en Instagram
Agradecimientos y despedida en buenos términos
Pese al desenlace, el RCD Mallorca quiso reconocer públicamente la trayectoria del jugador y le deseó éxito en su futuro profesional. El club destacó su profesionalidad y el valor de su aportación durante todos estos años.
Por su parte, Dani Rodríguez también se despidió con palabras de cariño hacia la entidad, la afición y la isla. El futbolista agradeció el trato recibido desde su llegada y recordó el vínculo personal y familiar construido durante su estancia en Mallorca, subrayando el orgullo de haber defendido la camiseta bermellona con esfuerzo y compromiso hasta el final.
Con su salida, el Mallorca cierra una etapa marcada por la estabilidad de un jugador que fue parte esencial del crecimiento del equipo en la última década, mientras que Dani Rodríguez inicia ahora un nuevo capítulo en su carrera profesional.













