La jubilación vuelve a estar en el foco de atención para millones de españoles que se acercan al final de su vida laboral. A partir de 2025, quienes hayan nacido entre 1960 y 1970 podrán percibir el 100% de la pensión contributiva, siempre que cumplan las exigencias legales en materia de edad y años cotizados.
La edad ordinaria de jubilación para 2025 queda establecida en 66 años y 8 meses, pero se contempla la posibilidad de retirarse a los 65 años si se acredita un mínimo de 38 años y tres meses cotizados, tal como recoge la normativa de Seguridad Social.
Flexibilidad
Esta flexibilidad busca reconocer la carrera profesional de los trabajadores con amplios periodos de cotización, permitiéndoles adelantar la jubilación sin perder parte de la cuantía. Según lo establecido, los nacidos en 1962 serán los primeros de esta generación que podrán acogerse a este derecho, siempre que cumplan con los años de cotización exigidos.
¿Cuáles son los requisitos?
Para beneficiarse del 100% de la base reguladora, es imprescindible acumular al menos 15 años de cotización, de los cuales dos deben situarse en los 15 años anteriores a la fecha de solicitud. Además, se requiere estar dado de alta en la Seguridad Social al momento de presentar la petición de la pensión contributiva.
Otra vía es la jubilación anticipada, que permite retirarse a partir de los 63 años. No obstante, quienes opten por esta fórmula deben contar con un mínimo de 38 años y tres meses cotizados para evitar reducciones significativas en la cuantía. De no cumplirse este requisito, se aplican coeficientes reductores que minoran la pensión.
Con estas medidas, el sistema busca adaptarse a las nuevas dinámicas laborales y responder a las expectativas de quienes desean planificar su retiro sin sorpresas.
El acceso a la jubilación completa se convierte así en un objetivo alcanzable para quienes cumplen las condiciones legales.