Un tuit viral podría costarle 36.000 euros a una clienta que acusó públicamente a un restaurante de Ibiza de prácticas engañosas. Wakame Ibiza, un establecimiento de cocina japonesa ubicado en la isla, ha denunciado por difamación con publicidad a la mujer que difundió en redes sociales una imagen del ticket donde supuestamente se le cobraban 12 euros por un simple gancho para colgar el bolso.
El caso no tardó en convertirse en un fenómeno viral, alcanzando más de 591.000 visualizaciones y provocando una ola de indignación digital que, según el restaurante, redujo las reservas y desató acoso contra el equipo de trabajo.
“Nunca hemos cobrado por el uso del gancho colgador de bolso”, se defendió el restaurante en un comunicado difundido en sus redes sociales, donde aclaró que se trató de un error en el sistema: se marcó como artículo de merchandising cuando, en realidad, debía figurar con coste cero.
La usuaria había publicado una foto del ticket erróneo con este mensaje: «La camarera nos ofrece amablemente colocar nuestros bolsos en un ganchito en la mesa. Declinamos su oferta pero ante su insistencia aceptamos. Nuestra sorpresa al ver la cuenta…».

Qué exige el restaurante
Representado por la abogada penalista Marina Corral, el restaurante ha solicitado un acto de conciliación como paso previo a la presentación de una querella criminal por calumnias con publicidad, amparada en los artículos 205 y siguientes del Código Penal.
El procedimiento incluye tres demandas clave:
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Retirada inmediata del contenido en redes.
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Rectificación pública desde el mismo perfil.
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Pago de una indemnización de 36.000 euros, ampliable si se mantienen los efectos negativos.
El restaurante alega que la clienta presentó un documento que no corresponde con la factura real, y que la publicación fue “falsa y difamatoria”, causando un daño directo a su reputación.
“Un titular sin contexto basta para destruir años de trabajo”
En su comunicado, Wakame lamentó que la viralización haya generado un juicio público sin escuchar su versión:
“Nos duele ver cómo un titular sin contexto basta a quienes no nos conocen para poner en duda años de trabajo honesto”, afirman. “No somos un restaurante de paso ni pertenecemos a grandes corporaciones. Desde hace cinco años trabajamos a pulmón”.
El negocio también criticó el papel de Facua, la organización de consumidores que difundió la denuncia de la clienta sin haber contrastado los hechos con el restaurante, contribuyendo, según Wakame, al descrédito del sector hostelero de la isla.
El caso abre el debate
La letrada Marina Corral ha planteado que este caso podría sentar un precedente sobre la responsabilidad legal en la viralización de información no contrastada.
“La justicia deberá pronunciarse sobre quién asume las consecuencias de una injuria con publicidad: ¿el autor original, las plataformas que la difunden o quienes la convierten en noticia sin verificarla?”, cuestionó la abogada.