La escena podría parecer sacada de una película, pero ocurrió este miércoles en Ibiza. Una joven pareja británica —él de 23 años, ella de 18— intentó abandonar un crucero atracado en el puerto sin pagar una factura de 3.196 euros acumulada por consumos en su camarote. Su escapada fue rápida, con las maletas a cuestas, pero no contaban con la coordinación de la Policía Nacional entre el puerto y el aeropuerto.
Los hechos ocurrieron el 21 de mayo sobre las 15:00 horas. Según el comunicado oficial, los jóvenes se abrieron paso a empujones para bajar del barco sin saldar su deuda, lo que llevó a la tripulación a alertar inmediatamente al puesto fronterizo marítimo de la Policía Nacional.
En una maniobra rápida, se activó una alerta y los agentes coordinaron una búsqueda en tiempo real entre puerto y aeropuerto. Tres horas más tarde, la pareja fue localizada en la terminal del aeropuerto de Ibiza, lista para embarcar en un vuelo.
Los agentes procedieron entonces a su detención inmediata por un presunto delito de estafa, frustrando así un intento de fuga que podría haber pasado desapercibido si no fuera por la rápida actuación policial.
Más de 3.000 euros en consumos “olvidados”
El importe de la factura no era menor. Según explicó la tripulación del crucero a los agentes, la cuenta por “consumos varios” ascendía a 3.196 euros, ligados al uso de servicios del camarote, bebidas, ocio a bordo y posiblemente artículos del minibar. Todo ello, facturado y vinculado a la habitación de los turistas.
Detenidos justo antes de despegar
Gracias al cruce de información entre el Puesto Fronterizo Marítimo del Puerto de Ibiza y el control Fronterizo del Aeropuerto, se logró localizar y detener a los dos turistas británicos sobre las 18:00 horas, apenas tres horas después de abandonar el barco.
La coordinación entre unidades policiales fue clave para que la pareja no pudiera abandonar la isla sin responder por los hechos.
Estafa en grado de “huida rápida”
La detención se produjo en aplicación del artículo 248 del Código Penal, que contempla como estafa cualquier maniobra destinada a eludir el pago de un servicio prestado mediante engaño o simulación. En este caso, el intento de fuga por vía aérea agrava la percepción del delito.