El mundo del deporte estadounidense amaneció conmocionado este jueves tras conocerse la muerte de Marshawn Kneeland, jugador de los Dallas Cowboys, a los 24 años. La noticia fue confirmada por la propia franquicia, que lamentó “una pérdida trágica” y envió sus condolencias a la familia del joven deportista.
Kneeland, quien recientemente había conseguido su primer touchdown en la NFL, era considerado una de las promesas defensivas del equipo tejano. Su repentina muerte deja un profundo vacío en la organización y en la comunidad deportiva que seguía su ascendente carrera.
Qué le sucedió a Marshawn Kneeland
El Departamento de Policía de Frisco (Texas) confirmó que el jugador fue hallado sin vida durante la madrugada de este 6 de noviembre, tras una persecución vehicular ocurrida horas antes. Según el informe oficial, los agentes respondieron a un aviso de un automóvil que había evadido a las autoridades y terminó accidentado en la Dallas Parkway, cerca de Warren Parkway.
Al llegar, Kneeland había huido del vehículo y se inició un operativo de búsqueda con drones y varias unidades de apoyo. Poco después, la policía recibió información de que el jugador había expresado ideas suicidas. Finalmente, fue encontrado muerto alrededor de la 1:30 a.m. con una herida de bala autoinfligida, según confirmaron las autoridades locales.
Ni el equipo ni su representante han ofrecido más detalles, pero la investigación continúa abierta para esclarecer todos los hechos ocurridos esa noche.
Una carrera en ascenso y una vida marcada por la superación
Marshawn Kneeland se había consolidado como uno de los jóvenes talentos defensivos de la NFL. Nacido en Grand Rapids (Michigan), jugó fútbol americano universitario en Western Michigan University, donde destacó por su fuerza y disciplina antes de ser seleccionado por los Dallas Cowboys en el Draft 2024.
Durante su breve paso por la liga profesional, disputó 18 partidos y fue reconocido por su actitud positiva dentro y fuera del campo. Apenas unos días antes de su fallecimiento, había vivido un momento especial: su primer touchdown en la NFL, tras recuperar un balón bloqueado en un partido ante los Arizona Cardinals.
Fuera del deporte, Kneeland enfrentó momentos difíciles. En 2024, perdió a su madre, a quien rendía homenaje portando un collar con sus cenizas en cada encuentro, símbolo de la conexión emocional que lo acompañaba desde entonces.
El mensaje del equipo y el legado que deja
A través de un comunicado, los Dallas Cowboys expresaron su consternación y calificaron la muerte del jugador como “una tragedia para toda la familia del equipo”. Su representante, Jonathan Perzley, también compartió un mensaje en redes sociales recordando a Kneeland como “un joven con una energía contagiosa, lleno de sueños y amor por el fútbol”.
Su partida ha reabierto el debate sobre la salud mental en el deporte profesional, un tema cada vez más visible en las grandes ligas estadounidenses. Equipos y compañeros de la NFL han manifestado su pesar y su apoyo a la familia del jugador, recordando su compromiso, su esfuerzo y la pasión con la que vivió su corta pero intensa carrera.
