El Sindicato Médico de Baleares (Simebal) llevó a cabo este jueves nuevas concentraciones en las Islas en el marco de la tercera jornada de huelga convocada a nivel estatal contra el borrador del nuevo Estatuto Marco. La movilización central tuvo lugar a las 11.00 horas frente a la Delegación del Gobierno en Palma, convirtiéndose en la tercera protesta en la que los facultativos del archipiélago salieron a la calle este año para sumarse a las reivindicaciones del colectivo a nivel nacional.
A lo largo de la mañana también se celebraron otras dos concentraciones: una a las 08.30 horas en el hospital Mateu Orfila, en Menorca, y otra a las 11.30 horas en el hospital Can Misses, en Ibiza. Todas las acciones contaron con el apoyo del Colegio de Médicos de Baleares (Comib). Su presidente, Carlos Recasens, estuvo presente en la protesta de Palma.
Durante la concentración de la capital balear, Recasens y Ignacio García, delegado de Riesgos Laborales de Simebal, fueron los encargados de leer el manifiesto. En Menorca lo hizo el delegado del sindicato en la isla, Claudio Triay, mientras que en Ibiza la lectura estuvo a cargo de Carlos Rodríguez, responsable sindical en las Pitiusas.
Las protestas coincidieron con la reunión que la ministra de Sanidad, Mónica García, mantuvo a la misma hora con el comité de huelga, en la que participó el presidente del sindicato médico a nivel estatal, Miguel Lázaro.
Rechazo al borrador del Estatuto Marco
Las movilizaciones giraron en torno al rechazo del colectivo médico al borrador del nuevo Estatuto Marco, un documento que —según denuncian— no reconoce la singularidad ni la responsabilidad de los profesionales sanitarios. También critican que no garantiza los descansos, ni limita las “jornadas maratonianas” que muchos facultativos se ven obligados a asumir.
El comité de huelga lamentó además que el Ministerio haya rechazado la propuesta de estatuto propio para médicos y facultativos presentada por las organizaciones sindicales dos semanas atrás. Aseguran que el departamento de Mónica García ha mostrado “una ausencia total de voluntad negociadora” pese al impacto que estas medidas tendrían en el sistema sanitario.
En total, estaban llamados a la huelga 177.000 médicos de la sanidad pública, más de 33.000 MIR y, por primera vez en esta convocatoria, 45.000 estudiantes de Medicina, que se sumaron con paros lectivos.
