“Son una banda de mafiosos”: taxistas de Sant Antoni responden al caos en Ibiza a las puertas de [UNVRS]

El episodio registrado en distintos videos a las puertas de [UNVRS] fue el detonante de un conflicto que se cocía desde hacía tiempo entre taxistas de Sant Antoni y del resto de los municipios. En las imágenes que circularon, correspondientes a la noche del martes, se podía ver una enorme fila de taxistas que no eran locales detenidos fuera del aparcamiento de la discoteca, mientras pasajeros aguardaban para coger un coche. Según denunciaron los taxistas, se estaba priorizando a taxistas de Sant Antoni injustamente, ya que era mayor la demanda de pasajeros que la oferta de taxis del municipio en cuestión.

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Los taxistas de Sant Antoni han negado que las cosas sean así y han dado una versión distinta de lo ocurrido.

Según el relato que un taxista de Sant Antoni ha dado a La Voz de Ibiza, el conflicto en el sector a las puertas de [UNVRS] lleva semanas, desde que la discoteca abrió sus puertas esta temporada.

Allí, el sector destinado para la recogida de pasajeros de taxi tiene cinco líneas. “Es una de las paradas con mayor capacidad de la isla y que mayor agilidad permite para que los taxis puedan cargar viajeros. El problema es que los taxis de otros municipios se metían en la parada aun viendo claramente que no había suficientes servicios para que pudieran cargar, y en cuanto se acababan los usuarios a la espera, se negaban a abandonar la parada y se quedaban esperando a que saliera más gente”, se ha quejado el taxista de Sant Antoni. Y ha añadido: “No hablamos de uno ni de dos, sino de docenas de taxis de otros municipios, mezclados con taxis de Sant Antoni a lo largo y ancho de esta amplia parada.

A su vez, ha alegado que los taxistas de otros municipios actúan contra la normativa vigente: “En el momento en el que no hay clientes esperando, debíamos recuperar nuestra parada y nuestra preferencia, a lo que los taxis de los demás municipios se negaban”.

El denunciante se basa en el punto 2.3 de la orden carga que figura en el Decreto Ley 5/2022, que dice que “los taxis podrán permanecer en situación de espera en paradas que no sean de su municipio siempre que no haya taxis del municipio, aunque en este momento no haya usuarios del servicio pendientes de ser atendidos, habiendo de abandonarla en el momento en que se coloque en situación de espera un taxi de este municipio en cuestión”.

Esto, sin embargo, se basa en una interpretación errónea de la normativa, ya que el decreto en cuestión se refiere solo a las paradas oficiales. La de [UNVRS] no entra en esta categoría.

“Algunos por negarse en rotundo y otros por no poder salir de la parada ya que estaban rodeados de taxis de Sant Antoni (o de otros municipios que simplemente se negaban a salir)”, ha detallado.

El taxista ha criticado que los taxistas de otros municipios permanecen en la parada a la espera de que nuevos clientes lleguen al punto de recogida. “Cuando llegaban delante de la fila, exigían poder cargar antes que la multitud de taxis de Sant Antoni que tenían por detrás. Y es que, aunque se hubiera formado una pequeña cola de nuevo, estos taxis de fuera que ahora ocupaban la primera posición, no deberían haber estado ya ahí por estar obligados a salir de la parada en el momento en el que se acabó la cola de clientes”, se ha quejado.

¿Qué pasó la noche que desató la trifulca?

Esta situación se repitió durante semanas y ha llevado a discusiones entre los taxistas y reclamos al personal de [UNVRS]. “Para tratar de solventar el problema, la noche de la polémica, el club habilitó un par de filas para el uso exclusivo de los taxis de otros municipios, para que, en el momento en el que no hubiera servicios esperando, no verse atrapados entre taxis de Sant Antoni y poder así abandonar la parada cumpliendo con la normativa”, ha narrado el taxista que ha preferido no dar su nombre.

“Obviamente, esto no les gustó nada a algunos taxis de fuera, que se quedaron sin excusa para sus malas praxis y empezó a aumentar la tensión entre estos y el personal del club encargado de organizar la zona. Pese a haber suficientes taxis de Sant Antoni y no haber gente esperando, estos taxis de otros municipios se empeñaron en quedarse en la parada a la espera de que se acumulara algo de cola, para poder exigir que se les cargara”, ha relatado.

Según el conductor, los taxistas de otros municipios “aunque estuvieran los primeros de su fila, virtualmente estaban por detrás de todos los taxis de Sant Antoni que ya habían entrado a la parada antes de que hubiera clientes esperando”.

Los ánimos se fueron caldeando hasta que “un grupo de taxistas díscolos decidieron bloquear con sus coches la entrada a la discoteca, impidiendo la circulación, no solo de los taxis de Sant Antoni, si no de cualquier usuario de la autovía, ya que el atasco que se formó fue monumental”, ha relatado el taxista.

Su versión concuerda con videos que han circulado entre taxistas y han llegado a La Voz de Ibiza. En las imágenes se aprecian dos taxis parados frente a la rotonda, pese a las críticas de quien les filma.

“Esto ocurrió a raíz de que tres coches de Sant Josep bloquearon la entrada de los arcos y de ahí se formó la cola de gente”, dice el texto que acompaña los videos. Su autor, también denuncia a los taxistas de Sant Josep: “Son una banda de mafiosos, en las discotecas de su municipio estos taxistas no nos dejan ni pararnos y aquí hacen lo que quieren. No se movieron hasta que la Guardia Civil tuvo que ir a desbloquear los arcos”.

“Fue en ese momento de máxima crispación cuando otros taxis de fuera que estaban ya dentro del recinto aprovecharon para tomar las imágenes que se han publicado”, ha lamentado el taxista de Sant Antoni. “Sus compañeros estaban bloqueando el acceso a la discoteca (e incluso la circulación por la carretera) en forma de protesta, tomándose la justicia por su mano, creando una situación de descontrol insostenible y un caos circulatorio tanto dentro como fuera del club”.

La situación

Tras lo ocurrido en la noche del martes para el miércoles, y luego de que circularan los videos en los que se aprecian grandes filas de taxis parados y a su vez decenas de personas que esperaban un viaje, taxistas de los demás municipios reclamaron al Consell.

La institución insular dijo que analizará si corresponde una inspección en la zona. En paralelo, representantes del sector de los distintos municipios se reunieron con directivos de [UNVRS] con el fin de calmar las aguas.

En dicho encuentro se convino destinar una línea exclusiva para taxis de Sant Antoni, siempre que no haya mucha gente esperando.

Según ha señalado el taxista de dicho municipio a La Voz de Ibiza, contar con líneas en paralelo es algo que no suele ocurrir en otros municipios “aunque es una forma de carga más ágil”, ya que “permite que los taxis y clientes tengan que esperar mucho menos para coger su servicio”.