SONRISA MÉDICA

Sonrisa Médica, la ONG de payasos de hospital que ya llega a toda Baleares: «Nuestra tarea no es entretener»

La organización, con 30 años de experiencia, comienza a trabajar desde hoy en el Hospital de Formentera, con lo que completa su presencia en las cuatro islas baleares. "Los payasos de hospital tienen un sexto sentido para saber qué necesita un niño", cuenta Daniel Ginebroza, director artístico.

payasos de hospital
Payasos de hospital de Sonrisa Médica.

“Un payaso de hospital aplica una sensibilidad enorme para intuir lo que el paciente necesita. Porque nuestra tarea no es entretener, sino generar el ambiente adecuado para propiciar la recuperación de un paciente”. Quien explica a La Voz de Ibiza el rol de los payasos de hospital —muchas veces incomprendido— es Daniel Ginebroza. Él es desde hace dos años y medio el director artístico de Sonrisa Médica, la organización sin ánimos de lucro que trabaja en centros de salud baleares desde hace tres décadas y que hoy vive un día especial: por primera vez, sus payasos harán sus intervenciones en el Hospital de Formentera.

“Es un grandísimo logro estar por primera vez en los centros públicos de todas las islas”, cuenta el mallorquí de 37 años en las horas previas a la intervención de los payasos en la menor de las pitiusas. A Ibiza, donde trabajan en Can Misses, la organización había llegado en 2018. En tres décadas llevan hechas alrededor de 600 intervenciones en hospitales baleares, beneficiando a cerca de 200.000 pacientes.

El staff de Sonrisa Médica está integrado por unos 24 payasos de hospital profesionales: 15 en Mallorca, 4 en Menorca y 5 en Ibiza. Estos últimos son los que, desde hoy, participarán en las intervenciones en Formentera.

Allí, en los últimos días desde Sonrisa Médica, han mantenido fluidos contactos con el hospital local. “Fuimos con todo el equipo a ver qué recorrido haríamos, tuvimos un intercambio con el equipo de profesionales para ver en qué sectores y momentos podemos ser más útiles. La recepción que hemos tenido del hospital ha sido maravillosa”, señala Ginebroza.

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Flexibilidad

Las intervenciones que los payasos de Sonrisa Médica realizan en los centros de salud tienen una duración prevista de 4 horas, tiempo en el cual tienen trazada una ruta por los distintos sectores del hospital. Sin embargo, estos recorridos son flexibles. Sobre todo, para contribuir con las necesidades del lugar.

“Estamos preparados para los pequeños cambios. Por ejemplo, hemos ido a una unidad a la que no iríamos al día siguiente, pero nos dicen que mañana es el cumpleaños de alguien, entonces programamos ir para que pase un lindo momento. Pueden suceder situaciones que te hacen estar más en una unidad que en otra”, resume Ginebroza.

Los payasos de hospital también deben adaptarse a la magnitud de cada centro de salud y a las necesidades concretas que les plantea el personal sanitario.

En el caso de Can Misses, donde los payasos van los lunes y martes por la mañana, cuenta con más espacio de planta que los hospitales de Mallorca “entonces nos demoramos más tiempo de habitación en habitación. Por eso, cuando hay muchos pacientes en planta, en lugar de quedarnos entre 5 a 8 minutos en cada habitación, que es lo habitual, estás 4”, dice el director artístico aunque aclara que se trata de “un reloj interno, no algo que se tenga cronometrado”.

En el hospital ibicenco también ocurre que en el área de Rehabilitación se ha forjado una muy buena relación. “Los payasos saben cosas concretas que el personal sanitario requiere. Por ejemplo, si hay un bebé con problemas de movilidad, al cual le duelen los ejercicios, necesitan que distraigan al niño. Entones los payasos hacen lo que haga falta (desde malabares o marionetas a tocar una canción) para que el bebé no esté centrado en el dolor mientras el profesional médico hace los movimientos”.

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Improvisación y empatía

La tarea de los payasos de hospital tiene entonces mucho de saber entender las necesidades de los pacientes. Y esto implica no seguir rutinas prestablecidas. “Cada pareja decide su intervención en función de la información que han recibido acerca del paciente, pero sobre todo según el humor de la habitación. Cuando entras ahí miras y empiezas a interaccionar. Entramos y vemos qué necesita la persona”, detalla Ginebroza.

“Tener un libreto estricto nos haría ser contraproducentes: con una estructura no estoy pendiente del niño. Hay que mirar al niño y con un sexto sentido sentir a dónde llevarle. Quizás el niño necesita relajarse en lugar de reírse”, ejemplifica.

La necesidad de reinventarse

“El gran desafío es reinventase”, señala el actor que llegó hace dos años y medio a Sonrisa Médica. Porque “cada payaso con el tiempo va encontrando dinámicas que le funcionan bien y suele repetir hasta la saciedad”. Por eso, explica, busca renovarse permanentemente: “Nunca paro de hacer formaciones, reunirme con directores artísticos, ir por España. Tengo buena relación con varias asociaciones. Veo cómo hacen en otros lugares para probar cosas nuevas”, dice.

Así, busca “cambiar detalles para estimular al equipo y que el trabajo esté vivo”.

Más allá de la tarea de cada payaso, los planes de crecimiento de Sonrisa Médica, ahora que han llegado a todas las islas baleares, no se basan en la geografía. “Cada territorio tiene sus particularidades y nos parece fantástico que cada lugar tenga su propia asociación. Hay diferencias culturales o lingüísticas que hacen que funcione mejor que cada lugar tenga sus propios payasos de hospital”, considera Ginebroza.

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En ese sentido, a lo que apuntan desde Sonrisa Médica es que sus payasos pasen a ser contratados por los centros de salud, tal como lo permite la Proposición no de Ley (PNL) aprobada en noviembre del 2023 por parte del Parlament balear. Para eso, esperan que las instituciones abran las convocatorias.

Mientras tanto, desde Sonrisa Médica perfeccionan su tarea en el día a día. Buscando, sobre todo, no desatender las necesidades de los pacientes. Como lo explica Ginebroza: “Este es un trabajo centrado en las personas. Nuestra satisfacción es trabajar por los demás y no debemos olvidar poner el foco en ellos. Nosotros estamos para servirles”.

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