El próximo año volverá a aplicarse el mecanismo de revalorización automática que vincula las pensiones con la inflación. Según las previsiones del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, la subida rondará el 2,6 %, una cifra que se determinará oficialmente en diciembre, cuando se conozca el dato del IPC medio entre noviembre de 2024 y noviembre de 2025.
Esta medida responde al compromiso del Ejecutivo de mantener el poder adquisitivo de los pensionistas y evitar que la pérdida de valor del dinero afecte a sus ingresos mensuales. De hecho, el incremento se aplicará tanto a las pensiones contributivas como a las mínimas, no contributivas y de viudedad, aunque en diferentes proporciones.
Los expertos en materia económica apuntan a que 2026 podría marcar un punto de estabilización tras varios ejercicios de fuertes subidas motivadas por la inflación postpandemia, con lo que se prevé una actualización más moderada, pero sostenida.
Cuánto subirán las pensiones máximas, medias y mínimas

De acuerdo con las estimaciones elaboradas por portales especializados y fuentes del sector, la pensión máxima pasará de los actuales 3.175 € a unos 3.257 € brutos al mes, lo que supone un incremento de aproximadamente 82 €.
En el caso de la pensión media contributiva, la cuantía ascenderá desde los 1.450 € hasta cerca de 1.488 € mensuales, mientras que la pensión mínima con cónyuge a cargo se situará alrededor de 1.060 €.
Por su parte, la pensión mínima sin cónyuge aumentará hasta los 850 €, y las no contributivas alcanzarán una media de 531 € al mes. Aunque los aumentos parecen moderados, el Ministerio insiste en que son esenciales para garantizar que las prestaciones mantengan su valor real frente al encarecimiento de la vida.
Estas mejoras también buscan reducir la brecha entre las pensiones más altas y las más bajas, uno de los objetivos de la última reforma, que prioriza el refuerzo de las pensiones mínimas y de viudedad, especialmente en hogares con mayores cargas familiares.
Novedades del sistema de pensiones para 2026

Además de la revalorización anual, 2026 será un año clave para el sistema público, ya que comenzará a aplicarse de forma generalizada el nuevo modelo dual de cálculo de la pensión. Este permitirá al trabajador elegir entre dos opciones:
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Calcular la prestación en función de los últimos 25 años cotizados, como hasta ahora.
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O bien hacerlo con los últimos 29 años, pudiendo excluir los dos peores ejercicios en los que se hayan registrado menores cotizaciones.
El objetivo es ofrecer un sistema más flexible que refleje con mayor precisión la carrera laboral de cada persona y que, al mismo tiempo, aumente la equidad y sostenibilidad del sistema.
Asimismo, la reforma prevé una mejora adicional de las pensiones mínimas y no contributivas, con la meta de que antes de 2027 alcancen los umbrales de pobreza marcados por la Unión Europea. Estas medidas, junto con la subida generalizada, buscan reforzar la protección social de los jubilados y reducir las desigualdades entre territorios y niveles de renta.












