Las abundantes lluvias que se descargaron este lunes en Ibiza dejaron imágenes insólitas y un fuerte susto en la zona de La Marina y la avenida 8 d’Agost. Desde la primera hora de la mañana, varios hoteles quedaron rodeados por el agua y decenas de personas, entre turistas y trabajadores, permanecieron encerrados en las instalaciones sin poder salir.
Al principio, muchos pensaron que sería cuestión de esperar a que la tormenta remitiera: con cubos y toallas, intentaron contener la entrada de agua en las plantas bajas, pero el nivel no dejaba de subir y las calles se transformaron en ríos. Cuando la lluvia amainó, la situación seguía igual: los accesos bloqueados y la gente atrapada dentro de los edificios.
Fue entonces cuando se activó la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y, pasadas las seis de la tarde, sus efectivos llegaron a la isla para apoyar a los servicios locales y evacuar a los afectados.

La intervención militar se sumó al trabajo que ya estaban realizando bomberos, Policía Local y brigadas de emergencias, que llevaban toda la jornada atendiendo las consecuencias que trajo la fuerte inundación.
El director general de Emergencias del Govern balear, Pablo Gárriz, confirmó que la llegada del ejército buscaba reforzar el dispositivo ante un temporal que había desbordado todos los recursos: «se requería reforzar el operativo desplegado tras las intensas lluvias registradas en las últimas horas, que han provocado inundaciones, cortes eléctricos y rescates», señaló.