las lluvias del pasado fin de semana han vuelto a poner en evidencia las graves deficiencias del sistema de saneamiento de la bahía de Portmany. La asociación Salvem sa Badia ha denunciado que la infraestructura actual —que canaliza conjuntamente las aguas pluviales y las residuales a través de un único conducto— se desborda cada vez que llueve con intensidad, provocando vertidos de aguas sucias y residuos al mar.
Miembros del colectivo comprobaron cómo gran parte de la orilla amaneció cubierta de toallitas, desechos y un intenso olor pestilente, tanto en la vertiente norte como en la sur de la bahía. A pesar de esta situación, las playas permanecieron abiertas al baño, contraviniendo las recomendaciones de los protocolos sanitarios, que aconsejan cerrar preventivamente las zonas afectadas o, al menos, informar a los bañistas.

Bañistas entre residuos y riesgo sanitario
En enclaves como s’Estanyol, Port des Torrent, Platja d’en Xinxó o Caló des Moro, la acumulación de residuos era evidente mientras turistas y residentes continuaban bañándose. Salvem sa Badia recogió muestras de agua en varios puntos para analizar los niveles de contaminación fecal. “Resulta inadmisible que se permita el baño en aguas potencialmente contaminadas por bacterias procedentes de vertidos fecales”, denuncia la asociación, que considera que esta situación representa un riesgo para la salud pública.
Una red obsoleta que mezcla pluviales y fecales
El colectivo recuerda que la red unitaria de saneamiento es el origen del problema: una instalación obsoleta que mezcla las aguas de lluvia con las residuales. Este sistema colapsa con facilidad durante las tormentas, provocando desbordamientos y vertidos que ensucian las playas y degradan el entorno marino.
La presión turística durante los meses de verano agrava aún más el problema, al multiplicar el volumen de aguas fecales que circulan por la red. “Cada episodio de lluvias intensas convierte la bahía en un vertedero marino”, subrayan desde Salvem sa Badia.

Exigen inversiones urgentes
La asociación reclama a los Ayuntamientos de Sant Antoni y Sant Josep y al Govern balear que acometan de manera inmediata la renovación integral del sistema de saneamiento, con la separación definitiva de las redes de pluviales y fecales. “Solo así se evitará que el contenido de las alcantarillas acabe en el mar cada vez que llueve”, afirman.
Salvem sa Badia recuerda que los vertidos de aguas residuales constituyen uno de los principales problemas medioambientales de la bahía. Las conducciones, asentadas en algunos tramos sobre la arena de las playas y las rocas próximas al mar, sufren roturas y fugas constantes, lo que genera un impacto ambiental reiterado y un deterioro continuo del litoral.













