Un taxista de Ibiza protagonizó el miércoles en un accidente tan aparatoso como insólito: perdió el control de su vehículo y acabó impactando contra un bolardo en la salida de una carretera secundaria. El automóvil, prácticamente nuevo, quedó destrozado tras el choque en solitario.
Lo más llamativo del caso no fueron los daños materiales, sino la explicación del propio conductor, que reconoció que se había quedado dormido… en plena tarde, a las cuatro. Sus compañeros de profesión compartieron en grupos de mensajería la imagen del taxi con la parte trasera levantada y restos de plástico esparcidos por el suelo, acompañada de la frase: «Siniestro total».

El vehículo sufrió importantes desperfectos y quedó inutilizado para el servicio, aunque afortunadamente no se registraron heridos.
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