La influencer Dulceida ha reabierto un viejo debate al denunciar que, al llegar al aeropuerto de Ibiza con su hija pequeña, ningún taxi disponible contaba con sillita infantil. La escena no es nueva: familias que viajan a la isla llevan años pidiendo taxis adaptados, especialmente en trayectos desde el aeropuerto.
“Nos han dicho que ninguno en Ibiza tiene silla para bebé”, escribió Dulceida junto a una foto con la sillita Maxicosi que tuvo que conseguir por su cuenta.
¿Qué dice la normativa?
Según la legislación de tráfico vigente, es obligatorio que los menores de 135 cm viajen con un sistema de retención infantil, pero no es obligatorio que los taxis lo proporcionen, excepto si realizan trayectos interurbanos y si no se da una exención específica. En entornos urbanos, los taxis están legalmente exentos de llevar sillitas, según confirman tanto la DGT como la Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil (AESVi).
Esto implica que la responsabilidad recae en los padres o tutores legales del menor, y no en el conductor del taxi. Es decir: aunque la seguridad del menor exige el uso de sillita, el taxi no está obligado a llevarla ni puede ser sancionado si no la ofrece.
En cualquier caso, si se hallara al menor sin sillita en un trayecto no urbano, la multa deberá ser abonada por sus padres.
Una petición frecuente sin respuesta institucional
Aunque la situación no es ilegal, ha sido fuente constante de frustración para muchas familias. Varios visitantes han planteado en años anteriores que, tras aterrizar con niños pequeños, se han encontrado sin alternativas viables para moverse de forma segura. Proponen como solución intermedia que se habiliten algunas unidades adaptadas o una central de reservas previa, pero hasta ahora ninguna administración ha atendido esa demanda.