En Ibiza, donde cada metro cuadrado de suelo vale oro, hay quienes construyen al margen de la normativa y quienes velan por frenar estas irregularidades.
En este escenario aparecen unas siglas desconocidas hasta ahora por el gran público de una unidad especializada de la Guardia Civil, al contrario que la UCO: el UPRONA, la Unidad de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, un equipo de élite dentro del Seprona que recorre campos, caminos rurales y terrenos aislados, tomando fotos aéreas, revisando permisos y levantando actas.
En las últimas semanas, el UPRONA ha ganado protagonismo a partir de las revelaciones de «urbanismo a la carta» hechas en exclusiva por La Voz de Ibiza.
Esta unidad especial actúa como policía judicial en los dos casos que se conocen hasta ahora y es la responsable de la elaboración de los informes de las causas abiertas en los Juzgados de Instrucción Nº 2 y Nº 3 de Ibiza.
Ambas investigan delitos contra la ordenación del territorio, una figura que intenta poner freno a edificaciones sin licencia que rasgan la piel de la isla. También están sobre la mesa los supuestos delitos de falsedad documental, cohecho y prevaricación de funcionarios y autoridades del Ayuntamiento de Sant Josep.
¿Cuál es la función del UPRONA?
La imagen de un agente del UPRONA es la de un guardia civil cargado con prismáticos y planos catastrales, que se adentra en terrenos donde algunos preferirían que nadie mirara.
Su labor no es solo controlar la caza furtiva o el tráfico de especies —por las que el Seprona es más conocido— sino también seguir la pista a movimientos de tierras, canalizaciones ilegales o transformaciones de uso que se disfrazan como mejoras.
- Vigilancia y control del medio ambiente: Realizan patrullas terrestres y aéreas para detectar infracciones relacionadas con la protección de espacios naturales, flora y fauna.
- Investigación de delitos urbanísticos: Recogen pruebas, inspeccionan construcciones y tramitan atestados por delitos contra la ordenación del territorio, como edificaciones ilegales, cambios de uso de suelo no autorizados o talas clandestinas.
- Lucha contra la contaminación y vertidos ilegales: Detectan, localizan y denuncian vertidos no autorizados, acumulación de residuos peligrosos o contaminación de aguas subterráneas y suelos.
- Prevención y persecución del tráfico de especies protegidas: Colaboran en operaciones contra el comercio ilegal de fauna y flora, tanto a nivel nacional como internacional.
- Protección de recursos naturales y forestales: Controlan talas, quemas, usos indebidos del monte y ocupaciones ilegales de terrenos forestales o rústicos.
- Elaboración de informes técnicos y periciales: Realizan peritajes ambientales que sirven de soporte probatorio en causas judiciales, incluidas mediciones topográficas, fotografías aéreas y análisis de impacto.
- Colaboración con jueces, fiscales y administraciones: Actúan como policía judicial especializada, coordinándose con juzgados, fiscalías de medio ambiente y técnicos de urbanismo.
- Inspecciones de actividades industriales y agrícolas: Verifican que explotaciones ganaderas, agrícolas, canteras o industrias cumplan con la normativa ambiental vigente.
- Educación y sensibilización ambiental: Participan en charlas, talleres y campañas educativas para concienciar sobre la conservación de la naturaleza y el cumplimiento de la ley.
- Gestión de emergencias ambientales: Intervienen en catástrofes naturales o accidentes que supongan un riesgo para el medio ambiente (incendios, vertidos masivos, escapes de productos tóxicos).
La unidad especializada que está al frente de la investigación tiene su base en Mallorca. Los agentes se desplazan a la isla con frecuencia y cuentan con el apoyo de la escuálida dotación del Seprona en la isla, cuyos miembros no tienen capacidad ni medios humanos ni técnicos para abordar investigaciones complejas como las citadas.