Un nuevo episodio de vandalismo en Sant Ferran ha encendido las alarmas entre los vecinos. Un grupo de individuos armados con piedras y palos destrozó varios vehículos estacionados en un aparcamiento de tierra del pueblo, causando graves daños en lunas y carrocerías.
La propietaria de uno de los coches afectados calificó el ataque de “acto cobarde e incomprensible” y pidió que los autores “sean identificados y castigados”. Según fuentes vecinales, no hubo robo de objetos en los vehículos, lo que refuerza la hipótesis de que se trató de una acción puramente destructiva, llevada a cabo por la noche.
En redes sociales, las imágenes de los coches destrozados difundidas por una vecina, Carmen Damaschin, desataron una oleada de comentarios indignados en el grupo local de Facebook. Algunos usuarios lamentaron que “Sant Ferran ya no es como antes”, mientras otros reclamaron “hacer justicia por nuestra mano” o denunciaron la “inacción policial”.
“Cinco coches reventados y nadie vio nada”
En una publicación que se volvió viral, la usuaria Pili Alonso Mella explicó que “cinco coches fueron reventados en el parking de tierra” y cuestionó la falta de presencia policial. “¿Dónde están los cuerpos de seguridad en esos momentos?”, escribió.
Los mensajes posteriores reflejan un clima creciente de descontento e inseguridad. “Esto es incontrolable, solo hay gentuza con maldad”, “es una vergüenza, las autoridades siguen sin hacer nada”, o “cámaras de videovigilancia ya” fueron algunos de los más repetidos.
La Guardia Civil y la Policía Local han sido alertadas y han iniciado una investigación, según ha informado el sitio Formentera News. De momento no se ha producido ninguna detención. Fuentes del Consell Insular de Formentera consultadas por La Voz de Ibiza no han ofrecido hasta ahora declaraciones sobre este nuevo incidente.
Un problema que se agrava: inseguridad y promesas incumplidas
Hace apenas dos semanas, el Consell de Formentera admitió la existencia de “numerosas quejas por inseguridad en Sant Ferran” y prometió actuar “de forma inminente”. El presidente Óscar Portas aseguró entonces que se trabajaba “en coordinación con la Guardia Civil para restablecer la normalidad”.
El clima de tensión se extendía incluso al entorno escolar del CEIP Sant Ferran, donde la APIMA alertó hace semanas de que “tres o cuatro personas hacen que el entorno escolar sea peligroso”.
Indignación vecinal y reclamos de acción
El suceso ha reavivado la sensación de impunidad y desprotección en el pueblo. “Madre mía, qué desprotección hay”, escribió una usuaria. Otros fueron más duros: “La policía está para poner multas, pero no para defender al pueblo”, o incluso, “la única opción es defenderse con palo en mano”.
Ante la escalada de tensión, algunos vecinos pidieron calma y más presencia policial en las noches de fin de semana, mientras que otros reclamaron instalar cámaras de vigilancia.
