Los vecinos del edificio Don Pepe, en Sant Josep, han decidido mostrar el interior de sus viviendas en pleno encierro de protesta. “Que todo el mundo vea cómo están las casas después de tantos años”, señalaba una de las residentes en un mensaje remitido desde el bloque A, donde este viernes permanecen atrincherados bajo la vigilancia de varias patrullas policiales.
Las imágenes difundidas reflejan estancias en buen estado, con suelos, paredes y puertas intactas, lo que, a juicio de los propietarios, demuestra que el edificio no presentaba la ruina estructural que justificó el desalojo de 22 familias entre 2020 y 2021.
El gesto busca desmontar la versión oficial y reforzar la denuncia de los vecinos, que desde hace más de cuatro años reclaman soluciones para regresar a sus hogares.
En abril de este año, el Ayuntamiento y los residentes acordaron encargar un nuevo informe pericial independiente para revisar los dictámenes contradictorios sobre el bloque, aunque los resultados aún no han llegado.
Mientras tanto, los afectados aseguran que la situación es insostenible y que las instituciones han dilatado los plazos sin dar una salida real. Con el encierro y la difusión de estas imágenes, los vecinos intentan visibilizar que sus casas siguen en pie y que el desalojo fue una medida injustificada.
La Voz de Ibiza ha hecho consultas recientes al ayuntamiento de Sant Josep para tener información oficial pero al momento de publicar esta noticia no han sido respondidas.