El Comité Ejecutivo Nacional de Vox ha destituido a la ibicenca Patricia de las Heras como presidenta del partido en Baleares y ha colocado en su lugar a Gabriel Le Senne, actual presidente del Parlament balear, una figura polémica que en los próximos meses se sentará en el banquillo acusado de un presunto delito de odio.
El relevo ha sido anunciado este martes por la formación de ultraderecha, que ha agradecido a De las Heras “el trabajo desarrollado” desde que asumió el liderazgo autonómico en enero de 2023. Sin embargo, el movimiento puede leerse como una purga interna liderada por Santiago Abascal para retomar el control del partido en las Islas, donde las tensiones entre sectores internos han sido constantes.
Una figura marcada por la polémica
El nuevo presidente de Vox Baleares no llega exento de polémica. Gabriel Le Senne será juzgado próximamente como presunto autor de un delito de odio por haber roto en el Parlament, durante una sesión plenaria, una imagen de la activista feminista y militante comunista Aurora Picornell junto a otras mujeres republicanas fusiladas conocidas como las Roges del Molinar. El gesto, que provocó un enorme revuelo social y político, ha convertido a Le Senne en una de las caras más controvertidas del partido.
No obstante, desde Vox han destacado su formación académica —doble licenciatura en Derecho y Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Pontificia de Comillas, además de un máster en Asesoría Jurídica de Empresa— y su “compromiso con los valores del partido”.
De las Heras sigue como diputada
Pese a su destitución, Patricia de las Heras continuará como diputada en el Parlament balear. Su salida de la presidencia autonómica del partido se produce en un contexto de reestructuración interna tras las elecciones europeas, en las que Vox sufrió un retroceso en Baleares.
Fuentes cercanas a la formación apuntan a que Le Senne contará con libertad total para reorganizar las estructuras del partido en las Islas. Su llegada al liderazgo autonómico refuerza el ala más dura del partido y anticipa una legislatura marcada por la confrontación ideológica en el Parlament.
Un giro en la estrategia de Vox en las Islas
Este movimiento refleja un intento de Vox por recentrar el poder interno en figuras de máxima confianza de la dirección nacional, en un momento en que las islas se han convertido en un campo de batalla simbólico para la derecha más radical. La llegada de Le Senne al frente del partido apunta a una estrategia más combativa en el terreno cultural e ideológico, algo que ya quedó patente con sus actuaciones como presidente del Parlament.
La batalla interna en Vox Baleares está lejos de haber terminado. Pero el mensaje desde Madrid ha sido claro: el control del partido no admite fisuras.