Una familia ha denunciado que a principios de mayo de 2024 su hijo ha sufrido una agresión contra la intimidad durante un partido que disputó con la SD Formentera. Los padres del niño han afirmado que un compañero de equipo lo ha grabado mientras estaba en el baño y que luego estas imágenes se han compartido en un grupo de WhatsApp, contando con la aprobación del entrenador.
Ante la gravedad de las acusaciones, La Voz de Ibiza se ha puesto en contacto con el padre de la víctima, quien ha manifestado su deseo de que los responsables enfrenten las consecuencias por lo que le han hecho a su hijo.
-¿Qué fue lo que sucedió?
-Mi hijo, antes del partido, estaba en el baño y uno de sus compañeros lo grabó con el móvil mientras estaba haciendo sus necesidades. Luego, le enseñó el video al entrenador, quien parece que lo encontró gracioso y le pidió que lo compartiera en el grupo de WhatsApp del equipo. El entrenador planeaba incluirlo en una recopilación de videos de la temporada, con los mejores momentos y bromas.
Así, el video fue compartido en el grupo de WhatsApp, y a partir de ahí, todos los jugadores comenzaron a verlo.
El video podía detenerse, moverse, y en ciertos momentos, se enfocaba en sus genitales.
Más tarde, cuando llegó mi hijo, me enteré de lo sucedido. Notifiqué al responsable de Fútbol Base, pero el video permaneció en el grupo por una hora más. Cabe destacar que este grupo es de la SD Formentera y no de los chavales; los administradores son el entrenador y el responsable de Fútbol Base.
-¿Cuál fue su primera reacción al enterarse de la situación? ¿Podía imaginarse algo así?
-Había sido un año difícil, con muchas quejas de los padres sobre este entrenador, pero nunca esperábamos algo así. Esto va más allá de ser un buen o mal entrenador, se les fue de las manos y no lo controlaron como debían. Todos los involucrados, menos mi hijo que tiene 15 años, son mayores de edad. No esperas esto de nadie: ni del entrenador, ni de los jugadores, ni del responsable de Fútbol Base, quien fue el que eligió al entrenador. El responsable se enteró y dejó el mensaje en el grupo el tiempo suficiente como para que se compartiera y se difundiera ampliamente.
-¿Cómo respondió el club?
-El club no respondió de ninguna manera. No me llamaron ni hicieron nada al respecto. Solo después de que empecé a presentar mis quejas, el responsable de Fútbol Base me citó para reunirnos con los agresores, algo que no entendí. Es como si a una chica que ha sido violada le dijeran que la citarán con los violadores para que ellos le pidan perdón, no tiene sentido. Fue entonces cuando busqué un abogado. Me aconsejó pedir disculpas públicas por parte del club y exigir la expulsión de todos los involucrados. Además, queremos que se implemente un protocolo de actuación para evitar que esto vuelva a ocurrir. Desafortunadamente, este no será el único caso. Muchos clubes prohíben el uso de móviles en vestuarios y zonas similares para evitar estos incidentes. En resumen, el club no actuó hasta que llamé al vicepresidente para expresar mi descontento. Después de eso, me enviaron una carta de disculpa y publicaron una nota en el grupo de WhatsApp, pero nada más.
-¿Qué medidas van a tomar contra los responsables mayores?
-Ya he denunciado todo. Faltando tres días para que terminara la temporada de entrenamientos, al entrenador le dijeron que no volviera más. Esta era una acción obvia porque muchos padres no iban a querer enviar a sus hijos sabiendo que una persona así estaba a cargo.
-¿Los padres de otros compañeros de su hijo se han comunicado para darle apoyo?
-He hablado con algunos padres que están de acuerdo conmigo. Llevamos todo el año quejándonos de la mala gestión del club.
-¿Cómo está su hijo ahora?
-El primer día no quiso ir al instituto porque temía que las imágenes se hubieran viralizado en las redes. Sin embargo, el martes tuvo que ir porque la vida sigue. Afortunadamente, mi hijo es fuerte y ha estado yendo todo el año a un psicólogo deportivo, quien le ha ayudado mucho a gestionar el tema mental. Esto le ha ayudado mucho. Si me hubiera pasado con otro tipo de muchacho, que fuera más vulnerable emocionalmente, la situación podría haber tenido consecuencias más graves.
-¿Seguirá jugando al fútbol?
-El próximo año se va a Barcelona. Este año termina la ESO y hará un bachillerato de deportes que aquí no hay.
-¿Se siente decepcionado por lo sucedido?
-Totalmente. Mi hijo está en el club desde los ocho años, toda una vida, y es muy feo que le haya pasado esto. Me decepciona que el club no se haya comunicado conmigo para saber cómo estaba él o si necesitábamos algo. Prefirieron guardar silencio y luego intentaron restar importancia al asunto.
-¿Qué acciones se tomarán judicialmente?
-La denuncia ya está puesta. Pregunté la semana pasada en el juzgado si había avanzado porque la Guardia Civil tiene demoras. Me dijeron que aún no, pero mi abogado, que es de Ibiza, se encargará de todo tan pronto como tengamos el número de expediente. Todos los involucrados serán responsables, desde los jugadores hasta el club, ya que todos tienen responsabilidades. Todo está en manos de mis abogados. No quiero disculpas, quiero consecuencias. Y, sobre todo, que esto no pueda volver a pasarle a ningún chaval del club, ni en este ni en ningún otro deporte. Ojalá esto siente un precedente para que se tomen medidas y se eviten estos hechos en el futuro. Quiero que todos los implicados paguen por lo sucedido; en un club no pueden ocurrir hechos tan graves.