El Govern balear está considerando solicitar la intervención de Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, para frenar la llegada de pateras al archipiélago si persiste la falta de respuesta efectiva por parte del Gobierno central.
Así lo anunció el portavoz del Govern, Antoni Costa, quien subrayó que la situación ha sobrepasado la capacidad de las islas.
Incremento alarmante de llegadas en 2024
Durante el año 2024, 5.924 inmigrantes irregulares arribaron a las costas de Baleares, un aumento del 160 % respecto al año anterior. Este flujo constante ha consolidado la ruta migratoria entre Argelia y el archipiélago, generando una presión inédita sobre los recursos de acogida.
Además, el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) acogió el pasado año a 367 menores extranjeros no acompañados, un 103 % más que en 2023. Los cuatro consells insulars han reportado una sobresaturación del 650 % en los servicios de acogida de menores, un dato que refleja la magnitud del desafío.
La postura del Govern
El Govern balear rechaza tajantemente la posibilidad de acoger a menores no acompañados procedentes de Canarias, argumentando que los recursos locales ya están al límite. «No es una cuestión de solidaridad, es una cuestión de capacidad», enfatizó Costa, haciendo hincapié en que el problema radica en la falta de medidas para abordar el creciente volumen de embarcaciones.
Costa también criticó lo que calificó como «dejación de funciones» por parte del Ejecutivo central, subrayando que el desinterés por gestionar la ruta migratoria obliga al Govern a considerar alternativas.
«Tarde o temprano tendremos que ver si demandamos la intervención de Bruselas», afirmó, destacando la posibilidad de recurrir a Frontex para suplir la falta de acción del Gobierno español.
Una ruta consolidada que exige soluciones urgentes
La presión migratoria hacia Baleares no solo compromete los recursos locales, sino que plantea un reto significativo para el control fronterizo y la gestión humanitaria en la región.
En este contexto, el Govern considera que la implicación directa de la Unión Europea podría ser clave para aliviar la situación.
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