El Govern balear ha anunciado que a partir del verano de 2026 comenzará a controlar los más de 6.000 pozos de agua registrados en Ibiza, con el objetivo de garantizar una gestión sostenible del recurso hídrico. La medida incluye la instalación de contadores en los pozos para supervisar la cantidad de agua extraída y asegurar que su uso se ajuste a la normativa vigente.
La Conselleria de Medio Ambiente busca, con esta iniciativa, frenar la sobreexplotación de los acuíferos y mejorar el control de los consumos de agua en la isla. Se prevé que el proceso de regularización implique la colaboración de los propietarios de los pozos y se refuerce con inspecciones periódicas.
Es en este marco que el conseller Juan Manuel Lafuente ha anunciado la licitación de un contrato de 2,7 millones de euros para la automatización del control del agua en todas las Islas Baleares, un sistema que permitirá vigilar en tiempo real los acuíferos y el volumen de extracción. La inversión, financiada con fondos europeos Next Generation EU, refuerza el compromiso del Govern con una gestión más transparente y rigurosa de los recursos hídricos.
A su vez, Lafuente ha aclarado que no se pueden descartar restricciones de agua en el verano. «No podemos decir que salimos de la situación de prealerta», ha remarcado.
Can Guasch, un punto clave
Por otra parte, en la Mesa de Seguimiento del Agua, celebrada en Ibiza, se presentaron los primeros resultados de un proyecto piloto en Can Guasch, que consiste en la infiltración de agua desalada en acuíferos naturales para su reutilización. Hasta ahora se han infiltrado 67.000 metros cúbicos, aumentando el nivel del acuífero unos siete metros.
Además, el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, destacó que desde 2020 se han invertido 21 millones de euros en mejoras del ciclo del agua a través del Plan 5 de Cooperación Municipal, una iniciativa que ha permitido renovar redes de distribución y mejorar la eficiencia del abastecimiento en toda la isla.
La regulación de los pozos es un paso más en la estrategia del Govern para garantizar la sostenibilidad hídrica de Ibiza, una isla donde la demanda de agua se incrementa significativamente en temporada alta debido al turismo.
Así es el experimento sin precedentes para almacenar agua desalada que acaba de comenzar en Ibiza
