En 40 minutos de entrevista con La Voz de Ibiza, Antonio Balibrea (Murcia, 1969), fundador del Ibiza Gay Pride, que este 2024 celebra su primera década, hace un rápido (pero no por ello menos profundo) repaso del largo camino recorrido. Desde sus primeras marchas en Madrid hace años, en las que “maricones, moríos de Sida” era “lo más bonito” que escuchaban, hasta el enorme logro de haber sostenido todo este tiempo el que es uno de los eventos más importantes del mundo en el mes del Orgullo, con entre 40.000 y 50.000 personas de público.
De alguna manera, el Ibiza Gay Pride (cuya programación de actividades comienza este viernes 7 en Sant Antoni), celebra en realidad 15 años, no diez.
“Estuvimos cinco años luchando para que fuera una realidad, llamando la atención de mucha gente para que entendieran la importancia de este evento en nuestra isla”, recuerda Balibrea.
Y explica: “Ya sabemos que es un poco estandarte de libertad, de apertura, pero Ibiza no existe sólo en los meses de verano. Pasa como en cualquier lado: sigue habiendo casos de homofobia. Por eso la necesidad de este evento: pese a que Ibiza es uno de los lugares del mundo en donde en más paz puedes vivir siendo miembro del colectivo LGBTIQ+, lo hacemos por la isla y por el mundo, porque hay otros sitios en donde no ser heterosexual se condena con pena de muerte. Estos eventos existen para crear una coalición entre todos los sitios del mundo en los que podemos permitirnos salir a la calle, reivindicar y celebrar nuestra visibilidad, para que a la gente que no lo vive así le llegue también ese mensaje de paz, de amor, de respeto y apoyo”.
Hoy en día cuentan con una larga lista de colaboradores y promotores tanto públicos (Consell de Ibiza y varios ayuntamientos), privados (como Balearia), e internacionales (como el InterPride): “Decíamos: ‘En un sitio como Ibiza, tan sumamente abierto, ¿cómo es que no existe un Gay Pride? Pues no, no existe. Y nos costó mucho, pero cuando todo el mundo se dio cuenta de la importancia, nos dieron su apoyo’”.
–Cinco años de lucha y primera década del Ibiza Gay Pride. ¿Qué sentimientos lo atraviesan en ese momento?
–Hemos llorado mucho, hemos reído mucho y hemos luchado mucho. Pero hoy tenemos el 100% de apoyo incluso de aquellos que no creían en nuestro proyecto. Hoy vamos de la mano y luchamos juntos en el mismo camino, así que eso es un orgullo: haber conseguido que la gente entienda la importancia del Ibiza Pride, su magnitud. Que es un evento festivo pero que el motivo principal es la reivindicación y visibilidad.
La lista completa de apoyos y actividades, que se desarrollan entre este viernes 7 y el sábado 15 de junio, puede consultarse en la página web oficial, ibizagaypride.eu
Ibiza Pride, para todos
En estos diez años, claro, han crecido en busca de una programación “perfecta, para que todo el mundo disfrute”.
–Es el tercer año que hacen el «Young and Proud», un día dedicado especialmente a los más jóvenes y sus familias. ¿Cómo es la recepción de parte del público? Porque a veces, la gente es más susceptible en lo que respecta a las infancias, y si bien ha habido avances, aún hay mucha discusión al respecto.
–El primer año nos costó un poco. Después, el año pasado, ya fue un boom, con una afluencia masiva. Tuvimos aproximadamente unos 400 niños, adolescentes y todos los familiares que venían con ellos. Hemos encontrado allí una fórmula de visibilidad y convivencia entre los padres, los niños y más. Vienen muchos también de centros deportivos, educativos, artísticos, etcétera. Se genera un gran momento de convivencia. Hacemos masterclass de baile que a las nuevas generaciones les encanta, talleres, y más. Hace dos semanas que no hay plazas. También tenemos una obra teatral, este año es Los siete pecados, de Yolanda Crespo.
Es una gala muy especial. También traemos artistas noveles del colectivo que tienen entre 14 y 16 años, presentan sus nuevos temas, con bailarines y todo. Es un despliegue de emociones muy grande. Los niños lo reciben con una felicidad y una energía que son muy preciosas. Diría que es una de las actividades más importantes de la programación. Los jóvenes son los que van a estar en la lucha el día de mañana, así que ver que las nuevas generaciones tienen mentes tan limpias, tan sin complicaciones en comparación a esta generación… Yo tengo 54 años y pienso en cuando era niño… Es realmente preciosa la forma de pensar que tiene hoy en día la gente, tan inclusiva. Los niños, puntualmente, ya ni se plantean dudas, para ellos la diversidad es normal. En esta gala, todo eso se percibe.
–Es cierto lo que dice sobre las nuevas generaciones. Y, sin embargo, con el avance de las extremas derechas en todo el mundo, parece que algunos avances y acuerdos que se habían logrado son más frágiles de lo que creímos, y parece haber más ataques homofóbicos. ¿Cuál es su lectura de este panorama?
–Yo creo que tiene que ver con las nuevas formas de comunicación y las redes sociales. Es más fácil que gente con unas ideologías un poco más radicales, que a lo mejor no están dentro de lo que nosotros pensamos que es bueno, porque yo no soy quién para juzgar, tiene la capacidad de juntarse más fácilmente y hacerse más fuertes a través de las redes. Es mi humilde opinión. Los delitos de odio ahora tienen mucha más fuerza, se ha facilitado que quienes los perpetran se encuentren. Creo que hay la misma cantidad de delitos de odio que había antes, pero ahora tienen más magnitud y presencia en los medios y las redes, es abrumador.
Hay que seguir luchando, está clarísimo. Las cosas no se han entendido en todos los sectores. Vamos a seguir, da igual que mucha gente nos critique. Muchos se preguntan que por qué tenemos que salir sin camiseta y con plumas en la cabeza. La respuesta es que es porque es una celebración. La gente se olvida que durante el año hacemos muchísimas actividades a las que no vienen, de salud, de familia, de enfermedades, de orientación. Eso la gente no lo ve. En el Pride, que es como una celebración anual de las actividades que las organizaciones llevan a cabo durante el año, hay un talante reivindicativo y celebrativo. La gente, cuando gana el Real Madrid, se reúne en la calle, sale a celebrar, se quita la camiseta y grita. Pues, nosotros hacemos lo mismo, y además de quitarnos la camiseta tenemos ganas de ponernos sombra de ojos o plumas en la cabeza. Cada uno celebra como quiere y le gusta. Entonces, que dejen de pensar en cómo nos mostramos en las celebraciones del Orgullo y piensen en todo lo que hay detrás.
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–Con tantos años, tanto trabajo y este enorme éxito como es el Ibiza Pride, con avances pero con camino aún por recorrer, ¿no se siente a veces agotado?
–Sí, a veces sí, claro. Yo llevo en la lucha desde los primeros Prides que se hacían en Madrid. Salíamos con una pancarta, 200 personas. Nos tiraban hasta tomates. Lo más bonito que escuchábamos era: “Maricones de mierda, moríos de Sida”. Llevo toda mi vida luchando, desde que salí del armario. A veces te salen las ganas, estás con un poco más de energía, a veces estás más agotado. Treinta y tantos años de lucha. Pero, otras voces, estoy súper empoderado para seguir luchando y no dejar que nadie nos eche el pie encima, siempre hacia adelante.
Con un entrevistado tan referente y cálido, cabe preguntarle también a Balibrea por algunas voces dentro del mismo colectivo gay que hacen una autocrítica preocupados por la presión de los estándares de belleza dentro de la comunidad.
“Es cierto que en la comunidad gay quizás hay algún tipo de presión sobre el físico, pero a día de hoy yo no hablaría solamente del colectivo, sino de toda la sociedad. Basta con abrir las redes sociales y ver el postureo que hay en cuanto al cuerpo. Algunos estereotipos antes eran una cosa más del colectivo, creo que hoy ya no. Sí que los gays iniciaron algunas modas que después se volvieron masivas, como ser los primeros en depilarse, después los primeros en dejarse la barba, cosas que incorporó toda la sociedad. Pero la presión por los estándares de belleza es algo que existe en todo el mundo, entre todo el mundo”, reflexiona.
Ibiza Gay Pride, diez años y a por más
En enero pasado, el Ibiza Gay Pride estuvo en la Feria Internacional de Turismo en Madrid y expuso su intención de llegar a los 200.000 visitantes internacionales en los próximos diez años: “Ese es nuestro objetivo y vamos a lucharlo. Un Pride no es solamente para el público LGTBIQ+”.
“Viene muchísima gente, familias completas. Mi familia participa del Pride porque ha entendido todo y quieren vivir esta celebración. Para estar conmigo, con mis amigos, con todos. Un Pride es abierto a todo el mundo. Y cuánto más gente venga, del colectivo o no, no importa, mientras más personas sean afín a nuestra lucha, pues hemos cumplido nuestro objetivo. Así que vamos por los ‘200k’ y el medio millón para 2030”, cierra, inspirador.
