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ENTREVISTA CON SARA TORRES, ESCRITORA/MARÍA ARNAL, COMPOSITORA

Sara Torres presenta ‘La seducción’ en Mongibello Ibiza: “Reformular la seducción es un proyecto de conservar los placeres, el deleite”

La escritora cierra su tour de presentación de su más reciente novela sobre un amor entre dos mujeres; lo hace con un coloquio en el hotel de Concept Group acompañada de la artista María Arnal y la periodista Laura Martínez, quien modera la charla y las tres, en entrevista con este medio, hablan del libro, el evento, la cultura y nuevas formas de pensar los vínculos, el amor y el deseo
Sara Torres Ibiza Mongibello La seducción
Sara Torres presenta su libro más reciente, 'La Seducción', en Mongibello Ibiza. (Foto: Instagram Sara Torres)

Sara Torres (Gijón, 1991) está en la isla por primera vez. Esta joven y dulce pero potente voz de la literatura y los feminismos presentará La seducción (Reservoir Books, Penguin Random House, 2024), su más reciente novela, en el Hotel Mongibello Ibiza, este martes por la tarde, a las 19:30

“Quizás Ibiza es un destino que se nos pasa por alto a la hora de presentar libros…”, reflexiona Sara. Así que por esa y otras razones esta es una propuesta imperdible del hotel, entre fiesta y fiesta veraniega, un refugio con entrada gratuita para deleitarse con charla literaria y animarse, junto con Torres y sus acompañantes, a pensar nuevos mundos posibles con cabida en este mismo, pensar en nuevos modos de desear, disfrutar, relacionarse y amar. 

Torres ha pasado por la Queen Mary University de Londres y el King´s College, con estudios de máster y doctorado en discurso y género. También ha sido profesora sobre esas temáticas en la Universitat Autónoma de Barcelona. Ha publicado poesía y narrativa, con títulos como Deseo de perro y Lo que hay

Así, Torres se mueve con fluidez entre lo académico y lo ficcional, existe entre ambos y no considera a la órbita más intelectual necesariamente lejana del día a día: “Tiene que haber una conversación activa y vitalista. No hay que olvidar nunca que lo importante es la vida, no es ni la academia ni la literatura. Si nos ponemos a defender a ésta también como si fuese una institución caemos en el mismo problema de jerarquizar y canonizar. La vida es lo único que importa, todas las artes y el pensamiento se desarrollan para favorecerla, para celebrarla, me parece que desde todos los ámbitos se puede colaborar maravillosamente en cualquier revolución cultural. A mí, personalmente, la academia me ha dado herramientas fundamentales para el análisis del discurso y para el análisis de los sistemas representacionales que encubren estrategias de poder. En ese sentido me ha resultado útil para mi día a día también”. 

‘La seducción’, no como conquista sino como construcción

“Una joven fotógrafa se pone en contacto con una escritora veinte años mayor para tomarle unos retratos mientras trabaja en su próxima novela, titulada La seducción. Tras intercambiar varios correos, la escritora la invita a pasar unos días en su casa, una pequeña masía en la costa catalana. Al llegar, nada es como esperaba, la anfitriona se muestra distante y no se deja fotografiar. Ante el rechazo, la fotógrafa tomará esas instantáneas en su mente, alimentando a la vez su ansiedad y su deseo. Esa convivencia extraña en una casa en la que todo parece dispuesto para el placer se tensará con la aparición de Greta, una amiga de la escritora con quien parece compartir una intimidad de límites difusos”. 

Esa es la sinopsis de La seducción, que salió a la venta en abril pasado. A fines de ese mes, Torres comenzó en Valencia la gira de presentación que finaliza hoy en Ibiza. 

–Deseo, diferencia de edad en una pareja, fantasía, relaciones de poder, amor que se sale de la heteronorma… Si le pregunto qué es “La seducción”, ¿por dónde empieza a definirla?

La seducción es un proyecto de reformulación del significado de “seducción” en el siglo XXI después de una revolución cultural feminista, de los feminismos y de las diversidades también.

–Dice “reformulación”. Entonces, ¿cuál sería la forma en la que se suele pensar a la seducción?

–La seducción siempre ha significado otras cosas. Sin embargo, a pesar de que los significados tradicionales de la seducción están muy vinculados a la conquista y a la casi invasión, digamos, del espacio íntimo, creo que a pesar de todo eso, hay algo en la seducción que nos sigue interesando y que no queremos perder, que tiene que ver con el deleite del acercamiento progresivo de una persona a otra.

Entonces, el proyecto es conservar los placeres, los deleites del acercamiento, entendiendo que no te acercas para una fusión donde alguien pierde espacio, sino que te acercas para un encuentro que genera un espacio nuevo, compartido. Nadie pierde o gana espacio, sino que hay una nueva espacialidad que es posible para ambas.

–El camino de un libro se completa con la publicación y el contacto con el público y las presentaciones son parte de eso. ¿En este momento, qué balance hace de este recorrido del tour, qué ha notado sobre la recepción de “La seducción”?

–He visto con mucha claridad que estamos en un momento cultural de ampliación de los horizontes de la imaginación y de apertura, de ganas de tener lenguajes nuevos, mitos propios nuevos y eso hace que muchos cuerpos participen de forma muy activa de libros como este, que son libros que no se quedan en lo literario sino que señalan directamente hacia la vida y hacia las propias prácticas de la intimidad. Lo más bonito que ha ocurrido con este libro es que se ha compartido mucho y que se ha regalado mucho precisamente para enriquecer la intimidad, incluso para enriquecer los procesos de seducción y el acercamiento a las otras y eso para mí es un regalo increíble.

–Entonces, en este momento de ampliación de horizontes, ¿cuál es nuestro mayor desafío como sociedad y como mujeres?

–Creo que es el no permitir que el pensamiento crítico complejo se sintetice en lemas y en ideologías reduccionista: ser capaces de enseñar el pensamiento crítico, de entender las estructuras de poder pero de no reducir estas cosas a una suerte de nuevos policías de la moral. Creo que hay que mantener la complejidad, mantener el detalle, tener calma a la hora de evaluar las situaciones, no actuar desde la impulsividad o desde el juicio, no echar a arder en redes sociales sin que haya una reflexión y un tiempo de lectura y de pensamiento. Creo que en todos los sentidos necesitamos tiempo para pensar, necesitamos una cultura crítica, que tenga una reflexión y un aprendizaje sobre el afecto y las emociones para entender cómo nuestras emociones y nuestros afectos también son manipulados por el poder constantemente. 

–Se habla mucho de la monogamia, relaciones abiertas, poliamor. ¿Cree que el camino es por ahí?

–Creo que ningún sistema relacional prediseñado es el futuro de lo emocional y de lo afectivo. La sistematización de lo relacional para mí tiene riesgos y tiene sacrificios, cualquier tipo de sistematización. Ahora bien, lo que desde luego es una revolución cultural contemporánea es poder analizar la monogamia como una estructura y no como una especie de realidad natural dada. O sea, desnaturalizar la monogamia y entenderla como una organización posible entre otras, que tiene unos efectos y unas consecuencias posibles como otras también tienen, eso es fundamental. Así, al tener la posibilidad crítica de entender cuál es tu educación sentimental, cada una vivirá como mejor pueda e irá cambiando en su vida las relaciones que le hacen bien y la forma de aproximarse a las otras. 

–Para cerrar: ¿dónde está parada, Sara, hoy en relación con su escritura y la literatura? Hay satisfacciones y éxitos, claramente, ¿hay también deudas o dudas?

–No tengo más deuda con la literatura que la de encontrar formas de hablar que acompañen los momentos bellos y los momentos terribles. Al final, lo que la literatura me ha dado a mí ha sido un apoyo a las transformaciones que me han ocurrido a través de los años. Es casi una voz que es capaz de mantener contigo una conversación más sincera y más profunda que la que a veces mantenemos en la calle, incluso con las personas más cercanas. Mi único compromiso es intentar ser sincera en todo momento para poder acceder a las cosas que nos importan y que necesitamos, no tengo ningún compromiso más allá de eso. 

En cuanto a las inseguridades, no tengo ninguna inseguridad con mi práctica porque entiendo que es una artesanía que tiene distintos momentos y distintas modulaciones y cambios, y eso no me da ansiedad. Lo que sí que me da ansiedad es el sistema de representación de la propia obra y de la autoría a través de las redes sociales, por ejemplo. Me parece que las redes sociales son un espacio muy bonito que permiten generar un mundo compartido y amistad, pero también son un espacio que puede ser peligroso, superficial, que lleva a malos entendidos y que por sobreexposición, además, muchas veces genera también afectos tristes, afectos negativos. Entonces, eso es lo que más me preocupa. Pero no sobre la práctica en sí: llevo muchos años viviendo con ella como artesanía y es mi vida. 

Entre amigas: Sara Torres y María Arnal

La cantante y compositora María Arnal (Badalona, 1987), que en sus trabajos combina el pop, la electrónica y otros géneros, será parte de la presentación del libro: «Con Sara somos amigas, nos conocemos no solamente desde el lado profesional, sino desde lo personal. Eso se va a transmitir en la charla en Mongibello, creo, va a permitir que reflexionemos no solamente sobre la historia, sobre los personajes de la novela, sino también sobre quién es la escritora; y también del proceso creativo, que es terreno común para las dos».

Consultada por el trabajo de su amiga en general y sobre La seducción en particular, comparte: «Lo más especial del libro es la intimidad que te hace sentir con la narración en primera persona, y de una persona que se siente en ese espacio a la vez vulnerable de la seducción pero que también es espacio del deseo. Es interesante cómo te hace conectar de manera tan fuerte con esa intimidad desde el primer momento. Es algo que sólo te permite la ficción, nunca puedes estar dentro de la cabeza de otra persona, de esa manera, en la vida real».

«Por otro lado, Sara como persona, y como escritora, me inspira mucho. Aprendo mucho de ella. Somos ambas analíticas y relajadas a la vez, podemos ver una película y analizarla por horas pero también con sentido del humor, buscando simplemente estar juntas y aprender mutuamente», añade.

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