Las noches romanas de Mario Buscemi, un general italiano retirado de 88 años, fueron una oda al exceso. Rodeado de una corte de strippers, el militar dilapidó una fortuna en diamantes, ropa de diseñador, apartamentos y viajes de lujo. Cuando sus hijos intentaron detener la sangría, ya era tarde: más de un millón de euros había desaparecido. Ahora, las autoridades italianas rastrean el dinero y, entre las pistas, aparecen Ibiza y Formentera. ¿Pudo parte de la fortuna perdida haber recalado en las islas baleares?
La historia, que parece sacada de una película de cine negro, comenzó a salir a la luz tras la muerte de Buscemi en julio de 2024. En un escándalo revelado por Corriere della Sera, se detalló cómo el anciano, exasesor del gobierno italiano en los años 90, habría sido manipulado por un grupo de mujeres jóvenes que trabajaban en clubes de striptease en Roma. Con ellas, el general no escatimó en gastos: relojes Cartier, abrigos de piel, diamantes, cenas en los restaurantes más exclusivos de la capital italiana y viajes a paraísos vacacionales.
Lo que inicialmente parecía una extravagancia de un hombre mayor con dinero de sobra terminó convirtiéndose en un caso de presunta explotación de una persona vulnerable. Según la denuncia presentada por sus propios hijos, Buscemi fue víctima de una red que supo cómo vaciar sus cuentas bancarias sin que él siquiera se percatara del alcance de la estafa.
El rastro del dinero y la conexión con Ibiza
Los investigadores han seguido la pista del dinero y han detectado transferencias sospechosas que podrían vincularse con propiedades y vacaciones en Ibiza y Formentera. Se sospecha que algunas de las mujeres involucradas habrían usado los fondos obtenidos del general para financiar estancias prolongadas en la isla o incluso invertir en inmuebles.
Ibiza, con su mezcla de lujo, fiesta y anonimato, ha sido históricamente un refugio perfecto para quienes buscan disfrutar de su fortuna lejos de miradas indiscretas. No sería la primera vez que la isla balear aparece en el radar de un caso de blanqueo de capitales o de dinero de dudosa procedencia.
Chats privados y grandes sumas de dinero
El caso ha cobrado aún más relevancia con la filtración de conversaciones privadas entre Buscemi y sus «amigas». En mensajes publicados por la prensa italiana, se detallan peticiones explícitas de dinero que oscilaban entre 200.000 y 300.000 euros, siempre con la promesa de amor y devoción eterna. «Necesito 20.000 euros para un apartamento», «No puedo pagar mis deudas sin tu ayuda», «Eres mi único apoyo», eran algunas de las frases que, según los fiscales, convencieron al general de abrir su billetera sin dudarlo.
Uno de los aspectos más oscuros del escándalo es que las mujeres no actuaban solas. Según la investigación, detrás de ellas podría haber habido una organización que coordinaba la estafa, gestionando las cuentas bancarias y asegurándose de que los regalos fueran transformados en activos difíciles de rastrear.
Un escándalo con implicaciones internacionales
Ahora, la justicia italiana investiga si parte del dinero terminó en Ibiza y Formentera y si se pueden identificar activos vinculados a las protagonistas del caso. Las autoridades españolas han sido alertadas y se está trabajando en la identificación de posibles inversiones inmobiliarias o transferencias sospechosas en la isla.
Este escándalo ha reavivado el debate en Italia sobre la vulnerabilidad de las personas mayores ante estafas emocionales y la facilidad con la que pueden ser despojadas de su patrimonio. Los hijos del general han declarado a la prensa que su padre «fue manipulado y explotado sin piedad» y exigen que los responsables enfrenten la justicia.