Corren nuevos tiempos en el Ayuntamiento de Ibiza. Tanto es así que, a diferencia de lo sucedido en diciembre de 2022, los agentes de la Policía Local sí han acudido este jueves al acto de entrega de medallas convocado por el alcalde de la ciudad, Rafa Triguero, del PP. Nada que ver con el plantón que los mismos agentes dieron al anterior primer edil, Rafa Ruiz, y a su concejala de Seguridad, Rosa Rubio. La entrega de medallas ha tenido lugar en Can Ventosa y, según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado, ha sido un acto «emotivo» en el que Triguero ha impuesto a 30 agentes locales las cruces al mérito policial con distintivo blanco. Se trata de una medalla que reciben los policías locales cuando cumplen los 30 años de servicio.
En su intervención ante los agentes, Triguero, responsable del área de Seguridad en el Consistorio, ha explicado que la entrega de estas medallas es «un momento de reconocimiento y gratitud pero también de reflexión sobre la labor fundamental que ejercen todos nuestros agentes día tras día». El alcalde ha indicado que es necesario estar «a la altura» para poder «contribuir a dignificar la profesión de policía» porque esta «va más allá de la vigilancia y del mantenimiento del orden». Los policías locales, ha afirmado el alcalde, «son guardianes de nuestra convivencia y son los que están dispuestos a sacrificarse para que podamos vivir en armonía y que nuestra ciudad funcione». En su intervención ante los policías, Triguero también ha enumerado los «retos» que ha de afrontar la Policía Local y ha señalado, entre otros, «las complejas dinámicas sociales» y la ciberdelincuencia.
Con este reconocimiento público, Triguero ha puesto fin a la ruptura que se produjo entre la Policía Local de Ibiza y el anterior gobierno de la ciudad. Una ruptura que quedó muy clara por parte de los agentes cuando rechazaron acudir a la entrega de estas mismas medallas poco antes de la última Navidad. El acto tuvo que ser finalmente suspendido. En aquel momento, los sindicatos mayoritarios en este cuerpo, CCOO y SPPME, ya habían denunciado en público las dificultades que tenían los policías locales para realizar su trabajo y la dejadez del gobierno ante esta situación. Además, el malestar se había extendido entre todos los trabajadores del Ayuntamiento por cuestiones como la negociación del catálogo de puestos de trabajo.
Ante esta situación, que se extendió hasta la celebración de las elecciones municipales de mayo, el entonces recién elegido alcalde, Rafa Triguero, decidió asumir personalmente la gestión del área de Policía Local, con el objetivo de calmar los ánimos y, sobre todo, de convertir a este cuerpo en referente dentro de la isla.