Las infraestructuras de saneamiento de Ibiza se encuentran bajo una presión crítica debido al uso inadecuado de los inodoros. En una alarmante revelación, las autoridades han informado que cuatro toneladas de residuos fueron extraídas del sistema de alcantarillado en tan solo una semana.
Entre los materiales retirados se encuentran principalmente toallitas, tampones y gasas, productos que, según el concejal Embellecimiento, Jordi Grivé Cardona, “no se deberían tirar nunca por el váter”. Estos elementos, a diferencia del papel higiénico, no se deshacen con el agua, sino que se compactan, formando auténticas “montañas de fibras” que provocan atascos de gran magnitud en las redes de saneamiento, indicaron desde el Ayuntamiento de Ibiza.
El coste oculto de los atascos
El impacto de esta práctica va mucho más allá del daño físico a las tuberías. Las obstrucciones generadas por estos residuos afectan gravemente al funcionamiento de los sistemas de bombeo, incrementando los costes de limpieza, reparación y mantenimiento.
Según Grivé , la retirada y gestión de estos residuos supone un gasto de cientos de miles de euros al año, un coste que califica de “innecesario y evitable”. A esto se suma el impacto ambiental derivado del vertido de materiales no biodegradables y del uso adicional de recursos hídricos y energéticos para solucionar los bloqueos.
«Necesitamos vuestra colaboración para esto,» enfatizan desde el Ayuntamiento y recuerdan a la población que nada que no sea papel higiénico debe arrojarse al inodoro.
Un llamamiento a la responsabilidad ciudadana
Ante esta situación, las autoridades locales han hecho un llamamiento urgente a la colaboración ciudadana, apelando a la responsabilidad individual para preservar el correcto funcionamiento del sistema de saneamiento.
El mensaje es claro y directo:
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Al váter, solo papel higiénico.
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El resto (toallitas, compresas, tampones, trapos), a la papelera.
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