En un hecho insólito y que generó consternación, más de 150 ballenas piloto, también conocidas como calderones, quedaron varadas en la bahía de Geographe Bay, Australia, el pasado jueves. El Departamento de Biodiversidad, Conservación y Atracciones del país confirmó la muerte de al menos 26 de estos mamíferos debido a la vulnerabilidad a la que quedaron expuestas.
Las ballenas encallaron en un área de 500 metros cerca de la localidad de Toby Inlet, en una región popular entre los turistas, a unos 236 kilómetros al sur de la capital del estado, Perth.
Expertos en fauna marina han estado trabajando incansablemente para rescatar a las ballenas desde las primeras horas del jueves. Las autoridades contabilizaron cuatro manadas y 160 ballenas piloto en total.
Evolución del caso de las ballenas varadas en Australia
El tamaño y la dificultad de mover a estos mamíferos, que miden en promedio alrededor de seis metros de longitud y pesan hasta 800 kilogramos, llevó a considerar tomar decisiones difíciles. Los especialistas advertían que, en ocasiones, para evitar un sufrimiento prolongado, se debe considerar el sacrificio de algunas ballenas.
El operativo de rescate ha involucrado a decenas de voluntarios, quienes han registrado imágenes y videos de las ballenas encalladas en la arena. Algunas estaban poco sumergidas y expuestas al sol y las altas temperaturas. Otras, en peligro de ahogarse al no poder salir a respirar y ser tapadas por el oleaje.
Sin embargo, las últimas noticias que llegaron desde Australia son muy alentadoras: especialistas y voluntarios ya lograron devolver nada más y nada menos que una centena de estos animales al mar y se espera que lleguen más buenas nuevas próximamente.