El Gobierno de España ha establecido los criterios para definir a los influencers y ha regulado su actividad mediante un Real Decreto emitido el pasado 30 de abril. Esta normativa busca proteger a los consumidores y brindar seguridad jurídica a los usuarios que han alcanzado relevancia económica en las plataformas de videos.
Según la nueva regulación, para ser considerado un influencer en España, un individuo debe cumplir con tres requisitos clave:
- Ingresos Anuales. Debe tener ingresos anuales de al menos 300.000 euros derivados de su actividad audiovisual.
- Audiencia. Debe contar con un millón o más de seguidores en una aplicación de vídeos o dos millones en todas las aplicaciones.
- Publicación de Contenido. Debe publicar al menos 24 vídeos al año.
Si un influencer cumple con estos criterios, debe inscribirse en el Registro Estatal de Prestadores Audiovisuales como usuario de especial relevancia. A partir de ese momento, está sujeto a las siguientes obligaciones:
- Cumplir con la normativa de protección de menores (pedir identificación para acceder a cierto material) y publicidad en el ámbito audiovisual.
- Con respecto a lo segundo, deben identificar claramente los espacios publicitarios y abstenerse de promocionar tabaco, medicamentos o alcohol, así como también juegos de apuestas online.
Así, los influencers en España ahora tienen requisitos claros y deben cumplir con las mismas obligaciones que otros agentes audiovisuales. Esta regulación busca garantizar una mayor transparencia y responsabilidad en su actividad.
