Este jueves 30 de mayo de 2024, en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam, una persona falleció al caer dentro del motor en marcha de un avión operado por KLM.
El vuelo involucrado era el KL1341, que tenía como destino Billund. El avión era un modelo Embraer E190 de 100 plazas. El incidente fue presenciado por pasajeros y empleados, y tanto ellos como el avión fueron evacuados inmediatamente, según informó la aerolínea.
La gendarmería neerlandesa (Marechaussee) ha iniciado una investigación exhaustiva para determinar las circunstancias exactas que rodearon este trágico suceso. En un comunicado, informaron escuetamente: “Esta tarde se produjo un incidente en la plataforma del (aeropuerto) de Schiphol, donde una persona cayó dentro del motor de un avión en funcionamiento y murió».
National Geographic ha detallado en un artículo a raíz de este trágico incidente cómo funcionan los motores a reacción de los aviones. También conocidos como reactores, operan bajo los principios de la tercera ley de Newton: “Con toda acción ocurre siempre otra acción igual y de sentido contrario”. Este principio básico de física se manifiesta en la propulsión de un avión, donde el motor expulsa un chorro de aire a gran velocidad hacia atrás, generando una fuerza que empuja el avión hacia adelante. Los motores a reacción incluyen diferentes tipos y todos siguen el ciclo de Brayton de “admisión”, “compresión”, “combustión” y “escape”.
El peligro más significativo de los motores a reacción es la succión que generan cuando están en funcionamiento. Al crear una zona de baja presión en su entrada, estos motores pueden absorber rápidamente cualquier objeto o persona que se acerque demasiado, lo que hace que trabajar cerca de un motor en marcha sea extremadamente peligroso sin las precauciones adecuadas.
