Poder conciliar el sueño y lograr un descanso reparador es esencial para una vida sana. Durante años, se ha dicho que el ser humano necesita unas 8 horas de sueño para descansar adecuadamente. Sin embargo, esto es diferente para hombres y mujeres. La raíz del tan difundido error es que las investigaciones de décadas pasadas se hicieron mayormente sobre hombres e ignoraron la importancia de los factores culturales.
Una investigación titulada Sex differences in the circadian regulation of sleep and waking cognition in humans, publicada en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, una de las revistas científicas más citadas y completas del mundo) hace hincapié en las diferencias biológicas.
«Las mujeres tienen un ritmo circadiano más largo que los hombres, lo que hace que duerman más. Los hombres necesitan entre 7 y 8 horas de sueño, mientras que las mujeres necesitan entre 8 y 10 horas, lo que da lugar a ritmos circadianos diferentes. Los ciclos de sueño son similares, pero el cortisol baja y la melatonina sube antes en las mujeres que en los hombres», desarrolla el doctor Patrick Flynn en diálogo con la periodista Madison Selcho para Deseret News.
¿Duermen más las mujeres? La respuesta no es tan simple
Otra investigación, Gender and Time for Sleep among U.S. Adults, publicada en American Sociological Review, ahonda en los factores culturales.
«¿Duermen realmente más las mujeres que los hombres?», se preguntan las autoras del paper Sarah A. Burgard y Jennifer A. Ailshire.
Las autoras dicen que, de acuerdo a lo biológico, así debería ser y así se reporta en diferentes tipos de estudios.
Pero, algo pasa: «Sin embargo, que haya una mayor duración del sueño en las mujeres es sorprendente, dadas las diferencias de género en el uso del tiempo durante las horas de vigilia. Las mujeres, especialmente las casadas y con hijos, dedican más tiempo que los hombres al trabajo no remunerado, aunque tengan empleo, y disponen de menos tiempo libre».
«Además, se acumulan las pruebas de que las mujeres duermen menos horas ininterrumpidas y de alta calidad porque dan prioridad a las necesidades familiares, incluso durante las horas de sueño»,
