En el marco del estreno de Jauría, obra teatral basada en el juicio a «la Manada» (como fue denominado el grupo de cinco hombres que cometieron una violación grupal en Pamplona, caso que trascendió las fronteras de España), el actor Carlos Cuevas ha reflexionado sobre la importancia de la educación masculina en la problemática de la violencia de género.
«Hay que poner la responsabilidad en el hombre. Tiene que ser el hombre el que tiene que educar su mirada y saber que eso no se puede hacer, que eso no se puede decir, que ese comentario se tiene que callar», ha expresado en diálogo con eldiario.es
«Exigirle a una mujer que encima de sufrir una agresión o sufrir un abuso, además de tener que sobreponerse, de contarlo, encima tenga que denunciar… qué horror de viaje. Es el hombre el que tiene que educar la mirada. En el caso de La Manada es flagrante. Hay un momento en la función, que pasó en el juicio, donde el mismo vídeo es usado por parte de la defensa como una prueba exculpatoria y por parte de la acusación como una prueba para condenar a los agresores», ha añadido.
Finalmente, Carlos Cuevas ha concluido: «Por eso yo tengo muchas ganas de que vean la obra tíos, porque yo no tengo nada que decirle o reprocharle a una mujer sobre su comportamiento, pero sí a los tíos. Yo he estado en vestuarios de fútbol, yo he estado en mi colegio. Yo he estado en grupos de WhatsApp en los que se forma un caldo de cultivo que es el caldo de cultivo de la cultura de la violación, y luego depende de cómo suceda la vida o cómo tengas encajada tu cabeza o tu educación pueden brotar cosas muy graves, como puede ser una agresión».