Suministros Ibiza cumple 60 años. La empresa líder del sector tiene para aportar su enorme experticia en construcción y, en esta entrevista con La Voz de Ibiza, su gerente Pedro Cardona Monjo analiza la situación local en cuanto a recursos naturales y desarrollo, haciendo hincapié en las canteras.
–Estamos llegando al fin de la vida útil de las canteras en Ibiza. ¿Están preocupados?
–La realidad es que en Ibiza hay muy pocas canteras, activas ahora hay tres o cuatro y con una vida útil, alguna de ellas, muy, muy corta. Quedan dos con una vida útil, vamos a decir, a medio plazo. Y cuando digo medio plazo, estamos hablando de 10-15 años, no más. Es un material que viaja muy mal por el coste que tiene. Si tuviéramos que traerlo de la Península, multiplicaríamos por tres el precio. Y cualquier obra se hace con árido, casa, carreteras, colegios, toda obra necesita material que extraemos de las canteras. Si no hay canteras, la consecuencia es que cualquier inversión tendría un coste muy superior al actual debido a la necesidad de traer material de fuera. Así pues, tiene que haber un planteamiento serio por parte de las administraciones al respecto.
–Importar producto de fuera cuando se puede hacer aquí tiene un coste medioambiental muy alto y además nos alejamos de la política de km.0 y de la Agenda 2030 de la ONU.
–Exacto. Tendríamos que importar un volumen muy importante de material para suministras las obras. Serían muchos metros lineales de bodega en los barcos.
–¿Viene algo de fuera ya en estos momentos?
–Para hacer las carreteras, la capa superficial viene de la Península porque es de una dureza superior que aquí no existe. El resto es suministrado localmente todavía. No es políticamente correcto hablar de canteras, pero la realidad es que tenemos unos controles medioambientales muy exigentes, y los planes de restauración han mejorado mucho. Antes había menos control. Ahora la restauración de una cantera es permanente y conforme vas perforando una zona vas restaurando otra.
–¿Cuál es la respuesta cuando le trasladan esta inquietud a los responsables políticos?
–A día de hoy, yo no veo una solución. En breve tendrán que buscarla.
–¿Podría decirse que es es el talón de Aquiles de la industria de la construcción en Ibiza?
–Es una debilidad importantísima.
–No parece que sea una apuesta razonable jugárselo todo a traer el material de fuera…
–A mí tampoco. Ni medioambiental ni económicamente se sostiene.
–¿Tenemos algún ejemplo de alguna cantera que se haya regenerado?
–Sí, muchas. Nosotros tenemos una cantera, una cantera que se está explotando y así cómo la explotamos, vamos restaurándola.
–¿Cómo es el proceso de abrir una cantera y clausurarla?
–Primero tienes que tener derechos sobre un terreno apropiado. Luego hay que pedir autorización a la Dirección General de Minas. Y empiezas a explotar y conforma vas abriendo nuevas zonas vas cerrando las anteriores, con tierra, y replantando árboles.
También aprovechamos las canteras para reutilizar los escombros de las demoliciones. Reciclamos las obras y así tenemos que extraer menos material.
Los escombros pueden llevarse para regenerar una cantera o para volverse a moler y volverse a vender. El problema está en que el material que se puede reciclar actualmente no cubre la producción que exige el crecimiento de Ibiza. Y por lo tanto hemos de seguir extrayendo.