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¿Por qué Telefónica recorta a la mitad su dividendo para 2026? El nuevo plan estratégico de Murtra marca un giro histórico

Telefónica anuncia una reducción del dividendo a 0,15 euros por acción a partir de 2026 dentro de su plan ‘Transform & Grow’, vigente hasta 2030

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Telefónica ha anunciado un movimiento que marca un antes y un después en su política de retribución al accionista. La operadora presidida por Marc Murtra reducirá a la mitad su dividendo con cargo a los resultados de 2026, pasando de 0,30 euros por acción (la cifra actual) a 0,15 euros por acción.

El anuncio llega dentro del Plan Estratégico 2026-2030, bautizado como Transform & Grow (Transformación y Crecimiento), presentado este martes y centrado en la eficiencia, la simplificación del grupo y una reorientación del capital hacia la inversión tecnológica.

Telefónica mantiene el dividendo para 2025 y lo recorta a partir de 2026

Según la compañía, el dividendo correspondiente a 2025 se mantendrá en 0,30 euros por acción, pagaderos en dos tramos: uno en diciembre de 2025 y otro en junio de 2026, a razón de 0,15 euros en cada pago. Sin embargo, a partir de 2026, Telefónica realizará un solo pago anual en efectivo de 0,15 euros por acción, que se abonará en junio de 2027.

En los años siguientes, hasta 2030, la reducción se consolidará. La remuneración se calculará en función de un rango de entre el 40% y el 60% del flujo de caja libre (FCF), y se mantendrá el formato de un único pago anual en junio. Este ajuste, explican desde la operadora, permitirá ahorrar alrededor de 850 millones de euros solo en 2026, cifra que aumentará progresivamente en los años posteriores.

Impacto en el Estado y los grandes accionistas

El recorte del dividendo afectará directamente a los ingresos del Estado, que posee un 10% del capital de Telefónica a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). También tendrá consecuencias para los principales accionistas privados, entre ellos CriteriaCaixa, la saudí STC, BBVA y el fondo BlackRock.

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La compañía ha defendido la medida como una decisión estratégica que responde a las necesidades de adaptación y crecimiento sostenible. La política de dividendos es una parte integral de la estrategia de asignación de capital de la compañía y será el resultado del flujo de caja libre de Telefónica, tras invertir en el futuro y mantener un nivel adecuado de apalancamiento financiero”, explicó la empresa en su comunicado.

Un plan centrado en eficiencia, crecimiento y transformación tecnológica

El nuevo plan Transform & Grow tiene como objetivo redefinir el modelo operativo de Telefónica, reforzar su posición tecnológica y garantizar una estructura financiera más sólida de cara a la próxima década.

A diferencia de lo que se especulaba en el mercado, el plan no contempla operaciones de consolidación concretas (como posibles fusiones o compras de Vodafone España o la alemana 1&1), aunque deja la puerta abierta a movimientos estratégicos si el contexto lo permite. Telefónica estará preparada para las posibles oportunidades que se presenten en el horizonte del plan”, señala el documento.

La compañía calcula que una eventual consolidación en sus principales mercados (España, Brasil, Reino Unido y Alemania) podría generar sinergias valoradas entre 18.000 y 22.000 millones de euros, con beneficios repartidos entre compradores, vendedores, clientes e innovación.

Objetivos financieros: crecimiento moderado y control del gasto

Entre las medidas de eficiencia, Transform & Grow prevé un impacto bruto de ahorro operativo de hasta 2.300 millones en 2028 y 3.000 millones en 2030. Estos ahorros procederán de la excelencia tecnológica y operativa, la transformación digital de los procesos internos, y la venta de activos vinculada al apagado progresivo de redes antiguas.

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Telefónica ha fijado objetivos financieros a dos velocidades. Entre 2025 y 2028, la compañía espera un crecimiento anual del 1,5% al 2,5% en ingresos, y del 1,5% al 2,5% en Ebitda ajustado. Entre 2028 y 2030, el ritmo se aceleraría hasta un 2,5% – 3,5% tanto en ingresos como en beneficio bruto operativo.

Estos pronósticos contrastan con los resultados negativos de los primeros nueve meses de 2025, en los que el grupo ha registrado una caída del 2,8% en ingresos y del 3,6% en Ebitda.

En cuanto a la inversión (capex sobre ventas), la previsión es que se reduzca hasta el 12% entre 2026 y 2028, con un descenso progresivo hasta el 11% en 2030.

El flujo de caja libre (FCF) se situará en un rango de 2.900 a 3.000 millones de euros, con un crecimiento anual del 3% al 5% entre 2025 y 2028. No obstante, estas cifras excluyen los compromisos laborales (como las indemnizaciones por el ERE), así como los dividendos de Virgin Media O2 y los pagos por espectro.

Telefónica también prevé reducir su deuda hasta situar el apalancamiento en 2,5 veces el Ebitda en 2028, reforzando su posición financiera.

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