TEMPORADA DE INVIERNO

4 planes perfectos para disfrutar de Ibiza fuera de temporada

Lejos del bullicio veraniego, Ibiza se transforma en un refugio de calma, naturaleza y encanto lleno de planes

Durante los meses más fríos, el silencio y la tranquilidad que envuelven la isla crean el escenario ideal para descubrir su lado más auténtico. Sin aglomeraciones ni prisas, Ibiza invita a explorar su historia, perderse por sus rincones más bellos y conectar con su esencia mediterránea.

Aquí te dejamos cuatro planes imprescindibles para disfrutar de la isla en invierno.

Recorrer la ciudad amurallada de Dalt Vila

Declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, Dalt Vila es el alma histórica de Ibiza. Fundada por los fenicios y reforzada en el siglo XVI para defenderse de invasiones, esta ciudadela amurallada domina el horizonte desde una colina junto al mar.

Sus calles adoquinadas, sus miradores, galerías de arte y restaurantes con encanto ofrecen un paseo mágico lleno de historia y belleza. En invierno, sin el bullicio del verano, recorrerla se convierte en una experiencia aún más especial.

Dejarse pasear por los mercadillos de Sant Jordi y Sant Joan

Los mercadillos son una parte esencial del espíritu ibicenco y, aunque muchos cierran en temporada baja, algunos continúan activos durante todo el año. El Mercadillo de Sant Jordi, que se celebra cada sábado en el hipódromo, es un clásico donde encontrarás desde ropa vintage hasta muebles y curiosidades de segunda mano.

Por su parte, el Mercadillo de Sant Joan, cada domingo, combina productos artesanales, ecológicos y locales con música en vivo y un ambiente bohemio que refleja la esencia creativa de la isla.

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Subir a Sa Talaia

Para los amantes de la naturaleza, el ascenso a Sa Talaia, el punto más alto de la isla, es una experiencia imprescindible. Con 475 metros sobre el nivel del mar, ofrece una panorámica espectacular de Ibiza y Formentera.

Se puede subir en coche o, para los más aventureros, caminando los últimos dos kilómetros, con un desnivel de 160 metros. En un día despejado, las vistas son simplemente inolvidables.

Descubrir la cueva de Can Marçà

Situada en el Port de Sant Miquel, esta impresionante cueva kárstica fue utilizada en el pasado por contrabandistas y hoy se puede recorrer mediante una visita guiada de unos 30 minutos. Durante el verano suele estar muy concurrida, pero en invierno se disfruta en calma, apreciando cada rincón de sus formaciones naturales y su historia.

Después, nada mejor que comer frente al mar en el cercano Restaurante Can Tothom, ideal para una comida tranquila con vistas y buena gastronomía.

El invierno en Ibiza no es sinónimo de descanso, sino de descubrimiento. Una época perfecta para redescubrir la isla con otra mirada: más pausada, más auténtica y profundamente inspiradora.

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