El Festival Sueños de Libertad, una de las citas musicales más emblemáticas del calendario cultural de Ibiza, celebra en 2025 su décimo aniversario con una edición más íntima y concentrada. La cita tendrá lugar el miércoles 28 de mayo a partir de las 18:00 horas en un enclave único del centro histórico: el Baluarte de Santa Llúcia, en Dalt Vila.
Organizado por Adrián Rodríguez y Wild Wolf Productions, el festival apuesta este año por una única jornada de conciertos y un cartel más joven y fresco que en ediciones anteriores, tras una década de actividad marcada por la diversidad de propuestas y escenarios. Desde su creación, el evento ha pasado por ubicaciones como el muelle comercial del Puerto de Ibiza, el Recinto Ferial o la playa de s’Arenal en San Antonio.
Lineup de una década
El cartel de este décimo aniversario lo encabeza Lia Kali, una de las voces emergentes más destacadas del panorama nacional. La artista llega a Ibiza tras dos años de intensa gira para presentar su segundo disco, Kaelis, una colección de canciones cargadas de emoción, fuerza y un estilo personal que ha consolidado tras el éxito de su debut Contra Todo Pronóstico.
Le acompañará Barry B, en su primera actuación en la isla, con un estilo inconfundible que fusiona rock, punk, electrónica, hip hop y funk. El artista presentará su nuevo álbum El Chato, una propuesta que mezcla ritmos urbanos con lírica callejera. Además, los DJ sets correrán a cargo de Sr. Cardona y Camila Ramírez, completando una noche de contrastes y sonidos eclécticos.
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Diez años de un camino sinuoso pero apasionante
Adrián Rodríguez, director del festival, ha recordado el origen del proyecto y su evolución durante estos diez años: «Era un sueño, tal y como dice el nombre del festival. Lo importante es que con aquel primer festival la semilla ya estaba sembrada para todo lo que vendría después. SDL ha ido creciendo y se ha extendido».
Pese a las dificultades que ha atravesado el festival en algunas ediciones, Rodríguez se muestra orgulloso de haber mantenido viva la propuesta durante una década, entre ediciones muy buenas y otras en las que la recaudación no ha llegado a cubrir lo necesario, recalca que «la calidad artística y la pasión siempre han estado presentes».