Este mes de agosto, la Biblioteca de Ibiza y Formentera rinde homenaje a Manel Marí (Ibiza, 1975 – Valencia, 2018), poeta ibicenco de referencia en la literatura catalana contemporánea, al nombrarlo ‘Escriptor del Mes’, coincidiendo con el que habría sido su 50 aniversario.
La iniciativa recupera su figura y su obra con una programación especial que incluye una publicación colectiva, elaborada por destacados escritores y amigos personales del autor, y un recital poético-homenaje que se celebrará a finales de septiembre.
La publicación reúne textos de autores como Sebastià Portell, presidente de la Associació d’Escriptors en Llengua Catalana (AELC); Carles Rebassa, quien seleccionó su obra en la antología El nòmada i l’arrel (PROA, 2021); así como sus amigos y compañeros de generación Sebastià Alzamora, Pere Joan Martorell y Pep Lluís Aguiló, entre otros. El recital programado para septiembre contará con la participación de estos y otros poetas como Bartomeu Ribes, Enric Ribes e Isidor Marí, en un acto que reunirá también a familiares del autor.
Un referente poético de su generación
Manel Marí inició su carrera literaria con solo 23 años, tras obtener en 1998 el Premi Miquel Àngel Riera por Poemes en gris y el Premi Baladre del Institut d’Estudis Eivissencs por Patrimoni dels dies. En los años siguientes, publicó poemarios como Clarisse, Poemari de descortesia, Deshàbitat (Premio Ausiàs March), No jo (Premio Mallorca de Poesía) o El tàlem (Premio Ciutat de Palma). Su último libro, Tavernàries, fue galardonado con el Premio València de Poesía en 2016 y presentado en Ibiza poco antes de su muerte.
Además de su actividad literaria, Manel Marí fue articulista, traductor, activista estudiantil y colaborador habitual en medios como Última Hora o Nou Diari. Como editor, impulsó la colección “Poesía Precintada” de Res Publica. Póstumamente, recibió el Premio Ramon Llull del Govern de les Illes Balears como reconocimiento a su trayectoria.
Desde 2018, el Premio Art Jove de Poesía y Prosa Poètica lleva su nombre, y el Ayuntamiento de Eivissa ha instalado placas con poemas suyos en lugares significativos de la ciudad, como el bar Can Pou y el cementerio viejo, manteniendo viva su huella en el paisaje urbano y en la memoria colectiva de la isla.
