Vox rechaza atender la exigencia del PP de que retire su proposición de ley para crear la Oficina de Garantía de la Libertad Lingüística, pero niega el enfrentamiento con su socio de legislatura: «De crisis nada». La portavoz parlamentaria del partido conservador, Idoia Ribas, ha quitado importancia este lunes al malestar que expresó su homólogo del PP, Sebastià Sagreras, tras la presentación de la propuesta legal y ha desmentido que, como él aseguró, hubiesen pactado que la iniciativa sería revisada por los populares antes de registrarse en el Parlament.
«Es un proyecto de Vox, única y exclusivamente de Vox», ha remarcado la diputada, que ha incidido en que, como cualquier otro proyecto, estará abierto a alegaciones y enmiendas con las que el PP podrá proponer las modificaciones que considere necesarias.
«Al final tendremos un texto legal que corresponderá a las mayorías parlamentarias», ha asegurado la diputada de Vox, que ha adelantado que la de la oficina lingüística «no será la última» propuesta legal que su grupo presentará en solitario en el Parlament.
Ribas ha explicado que los socios de investidura tienen «posicionamientos distintos en muchas cosas» y actuarán en consecuencia en la cámara autonómica, pero ha insistido en que, hasta ahora, ambos cumplen sus compromisos y no hay ninguna crisis que resolver.
Respecto a la queja del PP de que Vox no solo no le trasladó el contenido de la proposición de ley sino que ni siquiera le informó de que iba a presentarla, la diputada ha asegurado que ella misma anunció públicamente el lunes 18 que lo haría durante la semana.