Septiembre pasado fue un mes de buenas, muy buenas noticias para la Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Eivissa y Formentera (APNEEF): Cala Gracioneta (Grupo Mambo) junto al grupo musical alemán Keinemusik, hicieron la entrega de nada más y nada menos que 103.681 euros a APNEEF, una cifra que nadie esperaba y que ha traído enorme alegría y tranquilidad a quienes llevan adelante la asociación.
No es la primera vez que Grupo Mambo realiza una jornada benéfica de recaudación de fondos para APNEEF. El año pasado, lograron sacarlos de una “situación de números rojos” (en palabras de las dirigentes de la asociación) con la entrega de 70.000 euros.
Así que ahora, este récord de recaudación fue tan sorpresivo como motivo de alivio para encarar los próximos meses. “Esperamos no tener que usar todo este dinero este año, que todavía no están las cuentas cerradas. Todavía estamos pendientes de subvenciones que no han salido, a ver cuánto nos dan. Ese es el problema de funcionar en gran parte con subvenciones: llegan cuando llegan y nunca sabemos con garantía lo que nos van a dar”, explica Carmen Boned, gerente de la asociación, en diálogo con La Voz de Ibiza.
Y señala un número clave: “Estamos atendiendo a más de 500 familias en Ibiza y Formentera. Lo que tenemos de subvenciones y concertado no alcanza a cubrir todo. Así que siempre necesitamos esa colaboración de entidades y donaciones individuales”.
La labor de APNEEF en Ibiza y Formentera
Las labores de la asociación pueden dividirse en tres grandes grupos de servicios. De esas 500 familias a las que atienden, 200 reciben atención temprana: “Es un servicio concertado con la Administración Pública, con el Govern Balear, con lo que es la Dirección General de Dependencia. Es gratuito para las familias y lo que se hace es ofrecerles el apoyo necesario y el acompañamiento a través de un equipo multidisciplinar para conseguir el máximo desarrollo, que la familia se empodere, aprenda cómo ayudar a sus hijos.
“No tienen que ser usuarios con discapacidad, va dirigido a cualquier necesidad que se detecte, como por ejemplo, usuarios prematuros. Diferentes situaciones en las que, por A o por B, haya habido una dificultad, en el parto, o incluso biológica y social, de desatención, algún problema que se detecte ya de desarrollo. Se hace una intervención lo más temprana posible”, añade.
En segundo lugar, prestan servicio para niños y niñas de los 6 años en adelante: “También se ha concertado recientemente con el Govern. Entre los 6 y los 12 años se fomenta la inclusión y la participación comunitaria, la promoción de la autonomía. Por ejemplo, si el niño o niña necesita un apoyo en la piscina, pues mandamos un técnico que ayude, o clases de música o lo que sea: actividades de la vida diaria. Este grupo de usuarios tiene una afectación bastante importante, entonces es complicado en porque hay que adaptar las cosas y hacer un trabajo de concienciación para que los profesionales externos y los usuarios de los servicios, por ejemplo en el colegio, vayan aprendiendo y se acostumbren a trabajar también con ellos, para que así los niños, desde pequeños, sean parte de la sociedad y de las actividades que se ofrecen”.
Finalmente, se enfocan en profundizar eso con personas a partir de los 16 años: “Aportamos herramientas y conocimientos que necesitan para reforzar esa autonomía y ser lo más independientes posible, que puedan trasladar eso a su entorno, normalizarlo en el día a día. Eso tiene una parte importante de la financiación del Consell de Ibiza, otra parte depende de lo que aporten las familias, que hacen un copago en gran parte simbólico pero muy importante para ellas”.
Al hablar de esa búsqueda de “autonomía e independencia”, Boned resalta que eso es importante para quienes atienden como para todos en conjunto: “Tienen muchas cosas muy buenas que aportar a la sociedad”.
Todo ese trabajo se hace con profesionales altamente especializados: psicólogos, pedagogos, fisioterapeutas, médicos, maestros y más. Perfiles que tienen también su coste, aunque “este ámbito es muy vocacional, tiene que haber ganas de ayudar al prójimo, desde luego no están aquí por lo que cobran”.
“Hay siempre esa parte vocacional, esa ilusión de ayudar al prójimo y de dar lo mejor para tener una sociedad mejor”, expresa.
Grupo Mambo y APNEEF
La “red de apoyo” de entidades privadas son claves para que APNEEF pueda seguir brindando los servicios que brinda: “Y, sobre todo, también para no tener que subir los precios a las familias, porque todos los tratamientos son muy caros”.
Carmen trabaja desde 2008 en la asociación y resalta que “Ibiza ha mejorado muchísimo, se ha creado una red de servicios como nunca hubo, dirigida por entidades sin ánimo de lucro como la nuestra”.
“Pero dependemos todavía de la voluntad de particulares (cualquiera puede hacer una donación, por pequeña que sea, o sumarse al voluntariado) y empresas como Grupo Mambo. Saben de nuestras necesidades porque dentro de sus propios equipos tienen familias con integrantes con dependencia o discapacidad. Eso se refleja en el cariño con el que nos tratan y que quieran colaborar con nosotros. A lo mejor no debería ser, ojalá todos los servicios estuvieran garantizados desde la administración pública, pero esta es la realidad: hay muchísimo camino hecho y lo que no, con estas donaciones se demuestra que aún falta, demostramos a la administración que existe una necesidad”.
Finalmente, explica la importancia emocional del apoyo de entidades privadas en un trabajo que ama pero que también es “agotador” y “frustrante” cuando “hay preocupación de cómo llegar a fin de mes” o decir que no pueden ofrecer una solución a algunas familias.
“Hemos podido solucionar muchas cosas gracias a la gente, a empresas, a personas con nombre y apellido. A lo mejor ellos ni siquiera tienen la sensación de que haya sido tanto, pero para nosotros es un mundo. Porque al final son personas que creen en nosotros y poder llamar a una familia y decirles que tienes una solución para ellos gracias a que puedes contar con la ayuda de entidades privadas”, reflexiona.
“Es lo que más me llena, ver esa ayuda que la gente quiere prestar y presta, y que está ahí cuando se los necesita”, concluye.