Enfrentarse al examen teórico de conducir despierta nervios entre los aspirantes. Esta prueba, que representa el primer paso para obtener la licencia, consta de 30 preguntas tipo test en las que el alumno solo puede cometer un máximo de tres errores. Se evalúan conocimientos sobre señales, normas de circulación, seguridad vial y conceptos teóricos esenciales.
Pero desde este 1 de octubre, el examen tal y como se conocía ha cambiado. La Dirección General de Tráfico (DGT) lo ha actualizado para que ya no se trate de memorizar respuestas, sino de comprender las reglas de tráfico y saber reaccionar ante situaciones reales.
Qué novedades llegan al examen teórico desde octubre
Una de las actualizaciones más destacadas tiene que ver con el contenido del examen: desde el 1 de julio de 2025 ya está vigente un nuevo catálogo oficial de señales de tráfico que incorpora adaptaciones para vehículos de movilidad personal (VMP) y refleja hábitos nuevos de movilidad urbana. Las señales más obsoletas quedan fuera y las nuevas señales forman parte ahora de la prueba oficial.
Además, la DGT busca que los examinados desarrollen capacidad de razonamiento ante escenarios de riesgo. Según autoescuelas como Mr. Dumi, se incrementará la presencia de preguntas que planteen situaciones reales, por ejemplo cómo entrar en autopista con tráfico denso o reaccionar bajo lluvia intensa. El cambio busca que el futuro conductor no memorice respuestas, sino que comprenda y evalúe las circunstancias del tráfico.
Lo que los aspirantes deben tener presente
Las preguntas sobre señales ya incorporan las nuevas versiones del reglamento, dejando fuera aquellas que han quedado obsoletas. Además, se valorará la capacidad de reacción ante riesgos y la comprensión de situaciones reales, lo que implica que no bastará con reconocer las señales: será necesario interpretar escenarios dinámicos y demostrar un razonamiento práctico ante ellos.
Avances previstos para 2026
No es el único cambio en marcha. La DGT ya planea que, hacia finales de 2026, el examen teórico incluya vídeos cortos que simulen situaciones de tráfico real. En ellos, el aspirante deberá analizar lo que ocurre y detectar riesgos, evaluando no solo el conocimiento teórico, sino también la percepción del peligro y la toma de decisiones. Este tipo de pruebas ya se usan en países como Francia o Reino Unido.
Con esta evolución, la prueba dejará de verse como un mero cuestionario, para convertirse en una evaluación más cercana a las condiciones reales del tránsito.
Ventajas del nuevo formato para seguridad vial
Este cambio podría mejorar la formación de conductores. Al incentivar reflexionar sobre situaciones reales, los aspirantes desarrollan conciencia sobre el riesgo. Además, al incluir nuevas señales y escenarios actualizados, los futuros conductores llegan más preparados al volante.
También puede reducir el número de aprobados por simple memoria y favorecer conductores que sepan enfrentarse con juicio al tráfico.
Retos y dudas sobre la implementación
Sin embargo, la transición presenta varios desafíos. Las academias de conducción deberán adaptar sus test y materiales didácticos para reflejar las nuevas señales y escenarios incluidos en el examen. Algunos aspirantes podrían sentirse menos preparados si han estudiado con esquemas antiguos, lo que exige una actualización urgente de los recursos formativos.
Además, será fundamental garantizar que los vídeos de evaluación sean claros, accesibles y no generen desequilibrios entre los candidatos, evitando que unos se vean beneficiados o perjudicados frente a otros. También será necesario establecer una regulación precisa del contenido audiovisual, su interpretación y la estandarización del nivel de dificultad para asegurar una evaluación justa y homogénea.
Un examen más moderno y aplicado
El examen teórico de conducir cambia desde este 1 de octubre para dejar atrás la memorística y dar paso al pensamiento aplicado. Las nuevas señales del reglamento, el énfasis en situaciones reales y la perspectiva de incluir vídeos en 2026 marcan una evolución clara. Esta renovación busca que quienes obtengan la licencia no solo sepan las normas, sino que sepan utilizarlas con juicio en el tráfico real.