Halloween ha llegado por adelantado a Washington. Melania Trump, actual primera dama de Estados Unidos, ha sorprendido al país con un espectacular “makeover” de la Casa Blanca que se ha vuelto viral en cuestión de horas. A pesar de que el ala este del edificio presidencial está siendo demolida para dar paso a un nuevo salón de baile de 300 millones de dólares, la primera dama ha querido mantener viva la tradición más espeluznante del calendario americano.
A través de la cuenta oficial respaldada por la Oficina de la Primera Dama en X (antes Twitter), Melania compartió una imagen que muestra la fachada del edificio decorada con calabazas, hojas otoñales y luces tenues, junto con una escalinata cubierta de calabazas que recuerda más a una escena de película que a la residencia presidencial.
Este Halloween marca el primero del clan Trump en su segundo mandato, y la exmodelo eslovena parece decidida a reinstaurar su sello personal de elegancia y teatralidad, combinando estética gótica con el lujo clásico del edificio histórico.
El contraste entre la opulencia y los recuerdos del pasado
Mientras Melania ultimaba los detalles del Halloween más comentado de la Casa Blanca, otro escenario vinculado al presidente Donald Trump acaparaba titulares: su casa de infancia en Nueva York, un inmueble cargado de simbolismo y controversia, ha vuelto a mostrar signos de vida tras años de abandono.
El histórico domicilio se encuentra en el 85-15 de Wareham Place, en Jamaica Estates (Queens), y fue construido en 1940 por Fred Trump, el padre del mandatario. En esa casa Donald vivió con sus padres y sus cuatro hermanos hasta los cuatro años, antes de que la familia se mudara a otro hogar cercano.
The @whitehouse is getting ready for Halloween 🎃 pic.twitter.com/J7LAs6hqfl
— Office of the First Lady (@FirstLadyOffice) October 28, 2025
Según el diario británico Daily Mail, el inmueble está experimentando una transformación completa, adoptando un “estilo Manhattan moderno” que poco tiene que ver con el diseño original. El contraste entre los lujos de la Casa Blanca y el resurgir de esta vivienda modesta ha despertado todo tipo de comentarios en redes y entre los vecinos del barrio.
Años de abandono y deterioro en el hogar donde creció Trump
Durante casi una década, la casa permaneció prácticamente abandonada, y sus condiciones llegaron a ser deplorables. Los vecinos describieron al medio británico una escena de inundaciones, cortes eléctricos, infestaciones de roedores e incluso intentos de robo. “Era un auténtico desastre. Un punto negro que reducía el valor de las casas cercanas”, aseguró un residente.
No obstante, el vecindario celebra que el inmueble haya sido renovado y restaurado, aunque la inquietud persiste sobre quién será el nuevo propietario. “Estamos encantados de que por fin luzca bien. Solo esperamos que no la alquilen a estudiantes de la Universidad de St. John’s, como suele pasar aquí”, añadió otro vecino.
El paralelismo entre la “resurrección” de la vieja casa de Trump y el derribo de parte de la Casa Blanca para construir el nuevo salón presidencial no ha pasado desapercibido. “Mientras derriba la historia en Washington, su primera casa vuelve a la vida”, ironizó un residente del barrio de Queens.
Una casa cargada de historia (y de polémica)
El inmueble, símbolo del origen de la dinastía Trump, ha tenido una historia inmobiliaria turbulenta. En 2017, fue adquirida por un fondo llamado Trump Birth House LLC, gestionado por el empresario Michael Davis, quien llegó a transformarla en un alojamiento Airbnb para turistas interesados en “dormir donde nació el presidente”.
El proyecto, sin embargo, duró poco. La casa fue vendida posteriormente, sin que nadie llegara a habitarla, y terminó deteriorándose entre tuberías reventadas y gatos callejeros que la ocuparon durante meses.
En enero de 2025, la vivienda cambió de manos nuevamente por 835.000 dólares, una cifra muy inferior a los 2,14 millones que se pagaron en 2017. Ahora, tras la renovación, se espera que vuelva al mercado por más de un millón de dólares, justo antes de las elecciones municipales del 4 de noviembre.
La mansión de los Trump, entre el lujo y la superstición
La coincidencia temporal entre el Halloween presidencial y el regreso de la casa de Trump al mercado ha despertado una ola de especulaciones en redes sociales. Muchos usuarios han bromeado sobre el “fantasma del joven Donald” o sobre la maldición de los inmuebles del presidente.
El ambiente se ha vuelto especialmente inquietante después de que algunos vecinos afirmaran haber visto luces encendidas y movimiento dentro de la casa antes de su reapertura. Aunque no hay confirmación oficial, la coincidencia con el periodo de Halloween ha contribuido a alimentar la narrativa de lo “embrujado”.
“Parece una película de terror político. Mientras Melania llena la Casa Blanca de calabazas, su antigua casa revive con fantasmas del pasado”, escribió un columnista neoyorquino en tono sarcástico.












