Isabel Preysler ha decidido contar por fin su versión de los hechos en Mi verdadera historia, una autobiografía que promete remover los cimientos de la crónica social española. El libro, rodeado de un hermetismo absoluto, ha sido adelantado en exclusiva por la revista ¡Hola!, medio al que la socialité concedió su primera entrevista antes de su presentación oficial este miércoles 22 de octubre en Madrid.
“Ha llegado la edad de poder hacerlo, se han dicho tantas cosas falsas sobre mí a lo largo de los años, sin que me molestara en desmentirlas, que he decidido hacerlo ahora”, afirma Preysler. El motivo, asegura, es dejar un testimonio fiel de su vida para sus nietos, a quienes dedica la obra.
Desde su llegada a España en 1970, Isabel Preysler se convirtió en un referente mediático. Su relación con Julio Iglesias marcó el inicio de una vida bajo los focos, pero también de los rumores y las habladurías que durante décadas rodearon su nombre. Ahora, ella misma pone las cartas sobre la mesa y relata cómo vivió sus grandes amores y los momentos más oscuros de su biografía.
Las infidelidades de Julio Iglesias y un matrimonio roto por el silencio
En su libro, Preysler confiesa que durante su matrimonio con el cantante trató de amoldarse a su figura y su fama. “Para complacerle, me olvidé de mí y me convertí en su ideal de mujer. Mi aspiración era aportarle tranquilidad y que nuestra relación no interfiriese en su trabajo. De esa manera, el mundo de Julio se iba ensanchando y el mío se iba reduciendo a las cuatro paredes de nuestro hogar”, escribe.
Fruto de esa unión nacieron sus tres hijos mayores, Chábeli, Julio José y Enrique Iglesias. Sin embargo, la convivencia se resquebrajó cuando ella descubrió sus infidelidades. “Le conté que lo sabía [las infidelidades], y aunque aún mantenía la esperanza de que él me lo negara todo y que me dijera que no hiciera caso de habladurías… no fue así. Entre nosotros se instaló un silencio incómodo. Me miró, bajó la vista y reconoció que todo era verdad. Me quedé sin fuerzas y sin voz. Esa noche ya no durmió en casa”, revela la autora.
Cuando todavía no existía la ley del divorcio, la pareja anunció su separación a través de un comunicado en la revista ¡Hola!. “La infidelidad de Julio fue el principal motivo de la separación, no del divorcio, porque entonces no estaba permitido en España. Nunca hay un solo culpable cuando acaba un matrimonio. Los dos éramos muy jóvenes. Julio no tenía más remedio que viajar y pasar mucho tiempo fuera de casa porque ya empezaba a ser el cantante importantísimo en el que se convirtió luego. Yo me sentía encerrada, sola y obligada a tomar decisiones, sin ayuda de un marido”, rememora.
Preysler reconoce que el momento más duro de su vida fue verse obligada a separarse de sus hijos por seguridad tras el secuestro de Julio Iglesias Puga, padre del cantante.
Su segundo matrimonio con Carlos Falcó: serenidad y aprendizaje
Dos años después de separarse de Iglesias, Isabel Preysler contrajo matrimonio con Carlos Falcó, marqués de Griñón, padre de su hija Tamara. De él habla con cariño y gratitud: “Fue fundamentalmente un hombre lleno de bondad que procuró, a lo largo de su vida, hacer feliz a la gente que le rodeaba. Los que tuvimos la suerte de conocerlo no le olvidaremos nunca.”
En la entrevista con ¡Hola! añade: “Durante nuestro matrimonio fue cuando yo aprendí de verdad todo lo bella que es la vida: la ópera, el deporte, los viajes, el campo… Todo lo viví con Carlos”. Su unión con el aristócrata terminó con discreción, pero ella mantiene el recuerdo de una etapa “feliz y formativa”.
La pasión y los celos con Miguel Boyer
El siguiente capítulo de su vida sentimental lo protagoniza Miguel Boyer, exministro socialista con quien vivió una relación intensa. “Miguel y yo nos habíamos enamorado. Había ocurrido sin que ninguno de los dos lo planeáramos y, desde luego, sin querer provocar ningún sufrimiento. Evidentemente, no pude evitar que Carlos se sintiera traicionado y dolido al enterarse de nuestra relación. Tuvimos una conversación tensa y triste, comprendimos que nuestro matrimonio había terminado y nuestro mundo se rompió en mil pedazos”, relata.
Sin embargo, con Boyer también experimentó momentos difíciles. “Tenía la ridícula obsesión de pensar y creer que todo el mundo se enamoraba de mí. Con los años, los celos se acrecentaron. No podía soportar que yo me riera con alguien que no fuera él. En una ocasión le rogué que acudiera al psiquiatra para solucionarlo”, confiesa. Y añade: “Muchas veces tenía que llamar a nuestros amigos para pedirles perdón por las escenas que le montaba”.
El amor y la ruptura con Mario Vargas Llosa
Uno de los pasajes más esperados del libro es el que dedica al escritor peruano Mario Vargas Llosa, con quien mantuvo una relación durante casi ocho años. “A la salida de la fiesta, me besó en el ascensor. Conviví con él casi ocho años y pude conocer su parte más humana, más cotidiana, su verdadera personalidad, muy compleja, con aspectos que mucha gente ignora, porque conseguía ocultarlos”, explica.
El relato incluye cartas manuscritas del Premio Nobel que, según Preysler, reflejan fielmente su historia: “Reflejan la realidad de mi historia con Mario, sin intermediarios ni interpretaciones de cómo era nuestra relación. Ahí están las cartas y que el lector decida.”
Entre ellas figura también la última carta de ruptura, enviada por el escritor en 2022: “Por favor, manda a alguien a recoger todas tus cosas.” En su entrevista con ¡Hola!, la socialité concluye: “No quedaba otra forma de terminar la relación. Ni tuve ocasión de despedirme de él antes de su fallecimiento ni me lo hubiese permitido la familia.”
