Rosalía vuelve a ser noticia, pero esta vez no por su música ni por su carrera internacional. La artista catalana habría cometido una infracción de tráfico este lunes en Madrid mientras se dirigía a la presentación de su nuevo álbum, Lux, que saldrá a la venta el próximo 7 de noviembre.
Según las imágenes difundidas en redes sociales, la intérprete de Motomami llegó a la plaza de Callao conduciendo un Nissan Skyline GT-R R33 blanco, un icónico deportivo japonés con volante a la derecha y motor de alto rendimiento. El coche, sin embargo, no contaría con la etiqueta medioambiental necesaria para circular por la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) del centro de Madrid, lo que supondría una multa de 200 euros.
Un coche de culto… pero sin distintivo ambiental
El vehículo elegido por Rosalía es un Nissan Skyline GT-R R33, considerado una joya entre los amantes del motor. Este modelo, fabricado entre 1995 y 1998, incorpora un motor 2.6 biturbo de seis cilindros en línea, con 280 caballos de potencia, tracción total y caja de cambios manual de cinco velocidades.
Su diseño y prestaciones lo convirtieron en un símbolo de la cultura automovilística japonesa, especialmente tras su aparición en películas y videojuegos. Sin embargo, su antigüedad supone un problema en términos medioambientales: los coches de esa época no cuentan con etiqueta de la Dirección General de Tráfico (DGT), lo que restringe su circulación en áreas como el centro de Madrid.
La Gran Vía y la plaza de Callao se encuentran dentro de la ZBE de Madrid 360, una zona donde solo pueden circular vehículos con distintivo ambiental (B, C, ECO o Cero), salvo aquellos que cuenten con catalogación de histórico.
Para ser considerado vehículo histórico, el coche debe tener más de 30 años, conservar su estado original y estar inscrito en el registro correspondiente. Además, debe llevar una placa especial que comienza por la letra “H” o un adhesivo con una “H” negra sobre fondo naranja en el parabrisas.
En las imágenes del evento, el Skyline que conducía Rosalía no mostraba ninguno de esos distintivos, por lo que no podría acogerse a esa excepción.
La posible multa: hasta 200 euros por circular sin etiqueta
Según la ordenanza de movilidad de Madrid, circular por una Zona de Bajas Emisiones sin el distintivo ambiental correspondiente constituye una infracción leve, sancionada con una multa de 200 euros.
La cuantía, no obstante, puede reducirse a 100 euros si se abona en los primeros 20 días desde la notificación.

Solo se libraría de la sanción si el vehículo hubiera sido autorizado expresamente por el consistorio. Esto podría ocurrir si el equipo de la cantante solicitó un permiso temporal de circulación con antelación, una posibilidad que no ha sido confirmada.
De no haber mediado tal autorización, la conducción del vehículo por la Gran Vía habría infringido la normativa ambiental vigente, lo que activaría automáticamente la sanción.
Un despliegue promocional en pleno centro de Madrid
La artista se desplazó hasta el corazón de la capital para presentar la portada de su nuevo disco, Lux, que fue proyectada en una pantalla gigante de los Cines Callao. La acción formaba parte de la estrategia de promoción de su esperado álbum, con el que Rosalía busca consolidar su posición en la escena global tras el éxito de Motomami (2022).
La escena de la cantante llegando al evento al volante del deportivo blanco se viralizó en redes sociales en cuestión de minutos, donde numerosos usuarios elogiaron su estilo y su carisma, aunque otros se fijaron en el detalle del coche y su falta de etiqueta ambiental.
El vídeo fue interpretado por algunos seguidores como una puesta en escena simbólica, acorde con la estética cinematográfica y provocadora que caracteriza a Rosalía. Sin embargo, la elección del vehículo podría tener consecuencias administrativas si no contaba con el permiso correspondiente.
Entre la velocidad y la estética
El Nissan Skyline GT-R es mucho más que un coche: es un icono de la cultura del motor. Su inclusión en sagas como Fast & Furious lo convirtió en un objeto de deseo para los coleccionistas. Sin embargo, la normativa medioambiental europea lo deja fuera de las grandes ciudades por sus emisiones y antigüedad.
El modelo R33 de Rosalía puede alcanzar los 250 kilómetros por hora, una cifra que refuerza su carácter de automóvil deportivo de alto rendimiento, aunque en este caso haya sido protagonista más por su impacto visual que por su potencia.









